El Mossad estima que Irán podría fabricar un arma nuclear en apenas 15 días, según un informe publicado el jueves. En contraste, las agencias de inteligencia de Estados Unidos sostienen una postura más cautelosa, al calcular que Teherán necesitaría varios meses o incluso un año para lograrlo. Además, aseguran que Irán no persigue activamente un arma nuclear en este momento, pese a su considerable reserva de uranio enriquecido, incompatible con fines pacíficos.
Funcionarios estadounidenses, citados por The New York Times, afirmaron que la evaluación de Washington se mantiene sin cambios desde marzo, a pesar de la intensa campaña de bombardeos israelíes contra instalaciones nucleares, centros de investigación, científicos y la infraestructura militar de Irán, incluidos sus programas de misiles balísticos. La ofensiva israelí no ha alterado la percepción de las agencias de inteligencia de Estados Unidos sobre las intenciones de Teherán.
Un escenario que podría empujar a Irán a desarrollar un arma nuclear, según altos funcionarios de inteligencia estadounidenses, sería el asesinato del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei. Israel no ha descartado esta posibilidad, y el ministro de Defensa, Israel Katz, declaró el jueves, en el lugar de un ataque iraní contra un hospital, que Jamenei “no puede seguir existiendo”. Otro factor desencadenante sería un ataque estadounidense contra la instalación de enriquecimiento de uranio en Fordo, ubicada al norte de Qom y protegida dentro de una montaña. Expertos consideran que solo las bombas antibúnkeres de Estados Unidos podrían destruirla, aunque el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó en una entrevista que Israel tiene la capacidad de eliminar Fordo sin ayuda externa.
La Casa Blanca anunció que el presidente Donald Trump decidirá en las próximas dos semanas si Estados Unidos participará en la ofensiva israelí contra Irán. Esta declaración siguió a una sesión informativa donde el director de la CIA, John Ratcliffe, advirtió que Irán está muy cerca de fabricar una bomba atómica, alineándose con las evaluaciones del Mossad. Algunos funcionarios, como el vicepresidente JD Vance, indicaron que nueva información ha surgido desde marzo, aunque otros aclararon que Vance se refería a un reanálisis de datos existentes.
Israel aumentó su campaña militar el 13 de junio con ataques aéreos para neutralizar los programas nuclear y de misiles balísticos de Irán, considerados una amenaza existencial por Jerusalén. En respuesta, Irán lanzó misiles balísticos contra civiles y objetivos militares en Israel, causando 24 muertos y miles de heridos, además de graves daños en áreas residenciales. Por su parte, Irán, que ha jurado destruir a Israel, niega buscar armas nucleares, aunque su uranio enriquecido excede con creces los niveles para uso civil. El Organismo Internacional de Energía Atómica reporta que Teherán ha bloqueado inspecciones en sus instalaciones nucleares.
Un grupo de derechos humanos iraní con sede en Washington informó que los ataques en Irán han dejado al menos 639 muertos, incluidos 263 civiles, y más de 1.300 heridos. La escalada de violencia entre ambos países continúa generando preocupación internacional.