Los fiscales presentaron cargos el domingo por la mañana contra un presunto espía de Irán acusado de tomar fotografías de hoteles del mar muerto y enviarlas a sus manejadores, según informó la policía. Este caso se suma a una serie de incidentes similares registrados recientemente.
El acusado, Yosef Ein-Eli, residente de Tiberíades de 23 años, es sospechoso de haber mantenido contacto con agentes iraníes desde finales de 2024, a quienes habría proporcionado información a cambio de pagos digitales. Su arresto fue anunciado a principios de octubre por la Policía de Israel y el Shin Bet, aunque su identidad permaneció bajo secreto en ese momento.
Durante el período en que trabajó en un hotel cercano al mar muerto, Ein-Eli supuestamente entregó a sus manejadores datos sobre su lugar de trabajo, otros hoteles de la zona y diversos sitios turísticos del sur de Israel. Además, se le solicitó reunir información sobre el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, sobre varias familias criminales israelíes y sobre soldados no identificados de las Fuerzas de Defensa de Israel. Sin embargo, no existen indicios de que haya llegado a ejecutar esas tareas.
Según la investigación, sus manejadores también intentaron persuadirlo sin éxito para que lanzara una granada a una vivienda, incendiara vehículos y tomara fotografías en bases militares. Ein-Eli fue detenido en septiembre y posteriormente interrogado por el Shin Bet y por la unidad de delitos mayores Lahav 433 de la policía.
El domingo fue acusado formalmente ante el Tribunal de Distrito de Beersheba, informó la policía El mes pasado, los fiscales también presentaron cargos contra el reservista de las FDI Maor Kringel, de 27 años, y su socio Tal Amram, acusándolos de colaborar con Irán durante varios meses.
Kringel había estado en servicio de reserva durante parte del tiempo en que presuntamente mantuvo contacto con los agentes iraníes. En una de las comunicaciones, su manejador le propuso asesinar a su oficial al mando a cambio de 100.000 shekels (30.000 dólares), aunque finalmente no lo hizo, según consta en la acusación.
En numerosos casos recientes, los agentes iraníes han reclutado a israelíes mediante redes sociales, en especial a través de la aplicación de mensajería Telegram. generalmente, los reclutas comienzan realizando tareas aparentemente inocuas que luego evolucionan hacia actividades de espionaje o intentos de asesinato.
El aumento de este tipo de casos llevó incluso a las autoridades israelíes a habilitar una nueva ala en la prisión Damon de Haifa destinada a los detenidos por espionaje para Irán.
En una declaración conjunta emitida el domingo por la mañana, la Policía de Israel y el Shin Bet advirtieron a los ciudadanos contra cualquier contacto con entidades extranjeras de estados enemigos o con partes no identificadas. Las agencias de seguridad reiteraron que continuarán actuando con firmeza para llevar ante la justicia a cualquier persona que colabore con organizaciones hostiles.
