Estados Unidos e Irán aceleraron sus preparativos ante un posible enfrentamiento militar directo. Un alto general iraní amenazó con destruir a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita, y la Fuerza de Ataque de Portaaviones USS Abraham Lincoln se trasladó a una posición frente a la costa central de Irán.
Al dirigirse a un mitin progubernamental de masas en Teherán, el jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hossein Salami, gritó, mientras quemaba banderas de Estados Unidos e Israel: “Hemos mostrado moderación…. hemos mostrado paciencia ante los movimientos hostiles de Estados Unidos, la región sionista y Arabia Saudita contra la República Islámica de Irán”, dijo Salami. “Si cruzas nuestras líneas rojas, te destruiremos. Si Irán decide responder, el enemigo no tendrá seguridad en ninguna parte. Nuestra paciencia tiene un límite”.
Las fuentes militares de DEBKAfile encuentran la pista para el próximo paso de Irán en su afirmación de que su paciencia tiene un límite. Indica que, aunque hasta ahora Teherán dudaba en fijar una fecha para su próximo ataque contra un objetivo estadounidense o israelí, o ambos, Irán ha decidido finalmente seguir adelante.
Consciente de que este ataque podría producirse en cualquier momento, el general Kenneth McKenzie, jefe del CENTCOM, predijo el sábado que Irán probablemente lanzará otro ataque en Oriente Medio. Hizo uso de la palabra en una conferencia regional de seguridad en Manama, Bahrein, y señaló que, a pesar del aumento de tropas estadounidenses en la región, Teherán no había dudado en atacar los yacimientos petrolíferos saudíes el 14 de septiembre.
Los líderes iraníes también se vieron impulsados a la acción militar con el regreso de la fuerza de ataque del portaaviones USS Lincoln al Golfo por primera vez desde mayo, cuando el barco se trasladó al Mar Arábigo. La marina, la marina y el aire estadounidenses a gran escala que podrían estar a bordo del Lincoln se encuentran ahora en posición frente a las costas de Irán.
También tomaron nota de la llegada a Israel del General Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, y de sus tranquilas conversaciones con el Jefe de Estado Mayor, el Teniente General Aviv Kohavi. Su declaración conjunta, “Los dos generales discutieron cuestiones operativas y desarrollos regionales”, fue interpretada en Teherán en el sentido de que los Estados Unidos e Israel habían finalizado planes coordinados para operaciones militares conjuntas contra la República Islámica.
Desde la semana pasada, Israel ha estado en alerta de guerra por la posible venganza de Irán por su amplio ataque aéreo contra posiciones de Al Quds cerca y al sur de Damasco el 20 de noviembre. Se estima que en Israel y los Estados Unidos murieron varios miembros del personal iraní. No esperaban que Teherán lo dejara pasar sin responder.