WASHINGTON – Estados Unidos dijo el lunes que emitirá exenciones para permitir la continuación de un acuerdo nuclear con Irán, luego de declarar que el acuerdo es un desastre y aplicar sanciones generales.
Horas después de que entraron en vigor las sanciones que prohíben la mayoría del comercio con Irán, el Departamento de Estado dijo que estaba eximiendo los proyectos establecidos a través del acuerdo nuclear de 2015 negociado bajo el ex presidente Barack Obama.
«Las actividades internacionales en Bushehr, la única central nuclear de Irán, así como la planta de enriquecimiento de Fordow y el reactor de agua pesada de Arak se permitirán» para continuar bajo el escrutinio más estricto para garantizar la transparencia y mantener las restricciones en Irán», dijo el Departamento de Estado en una declaración.
«Esta supervisión mejora nuestra capacidad para restringir el programa de Irán y mantener la presión sobre el régimen mientras buscamos un nuevo y más fuerte acuerdo», dijo.
El Departamento de Estado dijo que las exenciones eran «temporales», sin especificar un plazo, y «condicionadas a la cooperación de los diversos interesados».
El acuerdo de 2015 prometió que las potencias mundiales ayudarían a Irán a desarrollar la energía nuclear civil, el objetivo declarado del régimen clerical para su programa atómico.
Rusia ha suministrado combustible para el reactor de Bushehr. El sitio de Arak, que eventualmente podría usarse para producir plutonio, se está rediseñando bajo el acuerdo para garantizar que no, con el combustible gastado para ser enviado.
Rusia también está trabajando con Irán en la producción de isótopos en Fordow para garantizar que el sitio funcione con fines médicos en lugar de enriquecimiento de uranio.
Las otras partes en el acuerdo, Gran Bretaña, China, Francia, Alemania y Rusia, junto con la Unión Europea, dicen que el acuerdo sigue vigente y está funcionando, señalando que los inspectores de la ONU informan que Irán ha cumplido.
El presidente Donald Trump calificó el acuerdo como un «desastre» y, a partir del lunes, Estados Unidos sancionará a los países y empresas que hagan negocios con Irán o compren su petróleo.
El secretario de Estado Mike Pompeo dijo el lunes que Estados Unidos quiere que Irán realice un cambio de «180 grados» que incluya cortar el apoyo a los representantes regionales, como Hezbolá, y poner fin a las pruebas de misiles.