El ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, se reunió en Washington con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, e intercambió opiniones sobre el programa nuclear iraní y las conversaciones internacionales al respecto, informó el viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en un comunicado.
“Tuve una reunión productiva hoy con mi amigo el secretario Blinken, durante la cual discutimos una serie de cuestiones de interés común y preocupación para nuestras dos naciones y las formas de fortalecer nuestra asociación estratégica y la cooperación en múltiples frentes”, dijo Al Saud en un mensaje de Twitter el viernes.
Al Saud también se reunió con el enviado especial de EE.UU. para Irán, Robert Malley, y discutió la intensificación de los esfuerzos conjuntos contra “las violaciones iraníes de los tratados internacionales relacionados con el acuerdo nuclear”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí.
El ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Faisal bin Farhan, ha dicho que las conversaciones con Irán han sido “cordiales”, describiendo las negociaciones como “exploratorias”, informó el viernes el Financial Times.
“Nos tomamos en serio las conversaciones”, dijo bin Farhan al FT en una entrevista. “Para nosotros, no es un cambio tan grande. Siempre hemos dicho que queremos encontrar una manera de estabilizar la región”.
Arabia Saudita, de mayoría suní, rompió sus lazos con Irán, de mayoría chií, en 2016 tras un ataque a las misiones diplomáticas saudíes en la República Islámica por parte de manifestantes enfurecidos, después de la ejecución por parte del reino de un venerado clérigo chií.
Arabia Saudita acusa a Irán de apoyar a los hutíes con armas y drones, pero Teherán niega las acusaciones, diciendo que solo proporciona a los insurgentes apoyo político.
Varios factores han condicionado la evolución de los cálculos de Riad respecto al diálogo con Teherán.
Arabia Saudita, al igual que los Emiratos Árabes Unidos, Israel y otros países, había criticado duramente el Plan de Acción Integral Conjunto de 2015, el acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales, y Riad aplaudió la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirarse del acuerdo, al tiempo que aplaudió la campaña de “máxima presión” del ex presidente. Arabia Saudita también se opone al programa de misiles balísticos de Irán, ya que ve en él una amenaza para su existencia.