Potencias europeas ofrecieron suspender sanciones si Irán respondía en treinta días, pero Teherán rechazó la propuesta y acusó a Europa de chantaje diplomático.
Europa ofrece suspender sanciones si Irán atiende objeciones nucleares
Las potencias europeas anunciaron el viernes que aceptarían suspender un nuevo impulso para imponer sanciones a Irán si Teherán respondía a las objeciones sobre su programa nuclear en un plazo de treinta días. El gobierno iraní calificó la propuesta como engañosa. Gran Bretaña, Francia y Alemania, conocidos como el E3, habían activado el mecanismo de retroceso para restablecer sanciones de la ONU por incumplimientos del acuerdo nuclear de 2015, firmado bajo la administración de Barack Obama.
La embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward, declaró que en julio ofrecieron a Irán una extensión del mecanismo si adoptaba medidas concretas para atender preocupaciones inmediatas. Afirmó que hasta ahora Teherán no mostró señales de compromiso. Sin embargo, precisó que la activación del mecanismo no implicaba el final de la diplomacia y que la propuesta de extensión seguía vigente, lo que mantuvo abierta la posibilidad de un diálogo con Irán.
Durante una visita a Copenhague, la alta representante de la UE, Kaja Kallas, consideró que la ventana de treinta días brindaba una oportunidad diplomática. “Tenemos 30 días para resolver las cosas”, indicó. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, señaló que Washington también permanecía dispuesto a dialogar directamente con Irán sobre el programa nuclear, y confirmó que no existía una negativa frontal a la negociación pese a las tensiones.
El acuerdo nuclear de 2015 alivió sanciones a cambio de una reducción drástica del trabajo nuclear iraní. Donald Trump retiró a Estados Unidos e impuso sanciones severas, incluidas medidas contra países que compraron crudo iraní. Posteriormente intentó abrir un canal diplomático, pero este se interrumpió tras ataques de Israel contra líderes, científicos e instalaciones nucleares y de misiles iraníes. Esto tensó aún más las relaciones y limitó cualquier avance en la negociación internacional.
Datos relevantes sobre la disputa nuclear actual
- Gran Bretaña, Francia y Alemania activaron el mecanismo de retroceso.
- La UE propuso treinta días para resolver diferencias nucleares.
- Washington manifestó disposición para dialogar directamente con Irán.
- El acuerdo nuclear de 2015 sigue siendo la base de referencia.
- Teherán rechazó la propuesta europea y la calificó como engañosa.
Irán rechaza condiciones y acusa a Europa de chantaje diplomático
Teherán acusó a los europeos de chantaje al plantear la ventana de treinta días. El embajador Amir-Saeid Iravani sostuvo que la propuesta del E3 contenía condiciones irrealistas y calificó el plan como hipócrita. Reclamó que Europa respaldara una extensión técnica e incondicional de la resolución 2231 que respalda el acuerdo nuclear, en lugar de imponer requisitos imposibles de cumplir para mantener abierto el canal diplomático con la comunidad internacional.
Rusia y China propusieron prolongar por seis meses la resolución del pacto nuclear. El Kremlin informó que el presidente Vladimir Putin se reunirá con su homólogo iraní Masoud Pezeshkian el lunes en China. Moscú instó a Europa a reconsiderar la reimposición de sanciones y advirtió sobre consecuencias irreparables. El canciller iraní Abbas Araghchi alertó en redes sociales sobre los efectos adversos de esta medida en la cooperación con los inspectores nucleares de la ONU.
Araghchi reiteró que Irán aceptaría reanudar negociaciones justas si Occidente mostraba buena voluntad y seriedad. En una carta a Kaja Kallas, señaló que cualquier avance dependía de evitar acciones que obstaculizaran el éxito diplomático. Pezeshkian declaró en televisión que Irán no buscaba la guerra, pero respondería con fuerza ante cualquier ataque de Estados Unidos o Israel, países que, según indicó, intentan dividir y destruir a Irán mediante presión y amenazas.
La República Islámica negó haber buscado fabricar armas nucleares, aunque enriqueció uranio a niveles sin uso pacífico, restringió el acceso de inspectores internacionales y amplió su capacidad misilística. Israel denunció que Teherán había dado pasos hacia la militarización. Paralelamente, el parlamento iraní comenzó a redactar un plan para abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear, que podría aprobarse la próxima semana, según el legislador Hossein-Ali Haji-Deligani.
Irán advierte sobre medidas y responsabiliza a Europa por tensiones
El parlamentario Hossein-Ali Haji-Deligani responsabilizó al E3 por activar el mecanismo de retroceso y aseguró que provocaron estas medidas. Dijo que Irán adoptaría otras acciones perjudiciales para los países que impulsaron el mecanismo. En julio, Teherán advirtió que saldría del tratado, una de las últimas salvaguardias de su programa nuclear, si se restablecían las sanciones internacionales, lo que podría generar una nueva escalada diplomática y militar en la región.
El contexto internacional muestra que Europa insiste en condicionar la extensión técnica de la resolución 2231 a medidas concretas de Irán, mientras Teherán exige garantías incondicionales para mantener los compromisos nucleares. Las potencias occidentales recalcan que la diplomacia sigue abierta, pero señalan falta de señales claras de cooperación iraní y mantienen la presión para forzar cambios inmediatos en el programa nuclear de la República Islámica.
Rusia y China, al proponer un plazo de seis meses, buscan evitar un colapso total del acuerdo nuclear y preservar el diálogo multilateral. Sin embargo, el enfrentamiento verbal entre Irán y el E3 indica que los avances son limitados.
La decisión final sobre las sanciones podría redefinir el equilibrio diplomático en Medio Oriente. Mientras Teherán insiste en no haber buscado armas nucleares, las acusaciones israelíes sobre militarización y las amenazas de abandonar el Tratado de No Proliferación elevan el riesgo de una ruptura completa del marco de verificación internacional, lo que compromete la estabilidad y dificulta cualquier reanudación futura de negociaciones nucleares.