Las exportaciones de Irán a China cayeron un 52.7 por ciento en el primer trimestre de 2020, alcanzando un mínimo histórico de 1.800 millones de dólares, informó el diario iraní Radio Farda.
La caída de las exportaciones se produjo como resultado de las sanciones de EE.UU. que afectaron a los negocios de crudo de Irán. China era el mayor cliente de petróleo iraní antes de que las sanciones de Estados Unidos entraran en vigor el pasado mes de mayo.
Irán exportaba 2.5 millones de barriles de crudo al día en 2018 antes de que se impusieran las sanciones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que Irán podría enfrentarse a un déficit comercial de 18.000 millones de dólares en 2020 debido a la falta de exportaciones de petróleo, lo que podría empeorar si los precios del petróleo se mantienen bajos.
Mientras tanto, las exportaciones chinas a Irán crecieron en un 16 por ciento, llegando a más de 2.100 millones de dólares, en el primer trimestre en comparación con el año anterior.
Los líderes iraníes han pedido repetidamente relaciones amplias y estratégicas con China, un cumplido que Beijing ha devuelto en principio. Sin embargo, los líderes chinos han sido más circunspectos con respecto a los llamamientos de Irán a favor de un bloque antiamericano y sus peticiones de adhesión plena a la Organización de Cooperación de Shangai, una organización que a menudo se considera que cumple ese mismo propósito.
A nivel interno, Irán se enfrenta a crecientes desafíos relacionados con la legitimidad del régimen, la inestabilidad socioeconómica, los disturbios violentos, el coronavirus y otros problemas. En el exterior, debe hacer frente a una batería desgarradora de sanciones económicas, aislamiento diplomático y tensiones militares, y China es el único Estado que está dispuesto y es capaz de ayudar con los tres. En medio de una pandemia, Teherán necesita ese respaldo ahora más que nunca.