El *Wall Street Journal* informó que la mayoría de las fuerzas iraníes se han retirado de Siria en el último mes, y varios grupos armados respaldados por Teherán se han disuelto tras la caída del régimen de Bashar al-Assad.
Durante años, Irán respaldó al presidente depuesto, utilizando Siria como una ruta clave para el contrabando de armas hacia Hezbolá en el Líbano. Miles de combatientes iraníes y de grupos aliados estaban desplegados en Siria cuando la ofensiva rebelde derrocó a Assad en diciembre, poniendo fin a décadas de su gobierno.
El informe señala que, al momento de la caída de Assad, las fuerzas del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) se encontraban principalmente en el este de Siria, junto con milicias iraquíes, libanesas, afganas y sirias. Sin embargo, la mayoría de estas tropas huyeron hacia Al Qaim, en Irak, mientras que las fuerzas del CGRI estacionadas en Alepo regresaron a Teherán. Las tropas de Hezbolá, desplegadas en el oeste de Siria, se replegaron al Líbano por carretera.
El *WSJ* menciona que ni la embajada de Irak en Washington ni el Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí emitieron comentarios sobre estos movimientos, mientras que la misión iraní ante la ONU tampoco respondió a solicitudes de información sobre la retirada.