Documentos secretos filtrados exponen el control de la economía iraní por parte del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), lo que refuerza su poder en política exterior.
El CGRI y la economía iraní
Memorandos obtenidos por la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (MEK) indican que el CGRI controla la economía del país a través de empresas gestionadas por ellos. Esto convierte al cuerpo militar en un decisor clave en política exterior, según The Times.
El Cuartel General de Economía de la Resistencia, creado tras la muerte del general Qassem Soleimani, busca dar a los militares un mayor control sobre los asuntos económicos.
El comercio con Irán está financiando al CGRI y sus operaciones militares, afirma MEK.
CGRI patrocina terrorismo
Expertos coinciden en que el CGRI patrocina el terror en todo el mundo, asesinando y secuestrando disidentes en Europa e interviniendo en guerras civiles en Irak, Siria y Afganistán.
Catherine Perez-Shakdam, analista de Oriente Próximo, señala que el CGRI también tiene planes para atentar contra la comunidad judía mundial como parte de su estrategia contra Israel.
Mohammad Bagheri y la Economía de Resistencia
Mohammad Bagheri, comandante del CGRI sancionado por el Reino Unido, es el jefe del Cuartel General de la Economía de Resistencia. Los documentos filtrados incluyen memorandos de Bagheri a otros mandos militares y del CGRI relacionados con la producción de petróleo y vínculos con países amigos de Irán.
En uno de ellos se mencionan proyectos de cooperación económica con China y la visita del presidente iraní, Ebrahim Raisi, a ese país.
Combatiendo sanciones occidentales
Una carta enviada al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, recomienda “combatir” las sanciones occidentales construyendo más refinerías de petróleo y plantas petroquímicas. Se mencionan “inversores” como empresas afiliadas a las fuerzas armadas y al fondo personal de Jamenei, valorado en 100.000 millones de dólares.
Proyectos en Uzbekistán
Otro memorando trata sobre proyectos en Uzbekistán, enumerando empresas vinculadas a las fuerzas armadas y señalando que el Cuartel General de Economía de la Resistencia puede negociar con Uzbekistán “en nombre de las instituciones económicas de las fuerzas armadas”. Se mencionan servicios como fabricación de tractores, centrales térmicas y extracción de magnesio.