El jueves, un incendio que estalló en la instalación nuclear iraní de Natanz causó daños significativos que podrían frenar el desarrollo de centrifugadoras avanzadas, informó un funcionario nuclear iraní el domingo.
El máximo órgano de seguridad de Irán anunció el viernes que la causa del incidente y del fuego en Natanz había sido determinada y que sería anunciada más tarde. Algunos funcionarios iraníes han mencionado que pudo haber sido causado por un sabotaje cibernético y uno advirtió que Teherán tomaría represalias contra cualquier país que llevara a cabo tales ataques.
“El incidente podría frenar el desarrollo y la producción de centrifugadoras avanzadas a medio plazo. Irán sustituirá el edificio dañado por uno más grande que tenga un equipo más avanzado”, la agencia de noticias estatal IRNA citó al portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán, Behrouz Kamalvandi.
“El incidente ha causado daños significativos, pero no hubo víctimas”.
El viernes, tres funcionarios iraníes que hablaron con Reuters con la condición de mantener el anonimato indicaron que creían que el fuego era el resultado de un ciberataque, pero no citaron ninguna prueba.
El jueves, un artículo de la agencia de noticias estatal iraní IRNA abordó lo que llamó la posibilidad de sabotaje por parte de enemigos como Israel y Estados Unidos, aunque no llegó a acusar a ninguno de ellos directamente.
El domingo, el ministro de defensa de Israel señaló que no estaba “necesariamente” detrás de cada incidente misterioso en Irán.
En el 2010, el virus informático Stuxnet, que se cree que ha sido desarrollado por los Estados Unidos e Israel, fue descubierto después de haber sido utilizado para atacar a Natanz.
La Planta de Enriquecimiento de Combustible de Natanz (FEP), el principal sitio de enriquecimiento de uranio de Irán, que es en su mayor parte subterránea, es una de las varias instalaciones iraníes monitoreadas por inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control nuclear de la ONU.
El viernes, el OEIA afirmó que el lugar del incendio no contenía materiales nucleares y que ninguno de sus inspectores estaba presente en ese momento.
Natanz es la pieza central del programa de enriquecimiento de Irán, que Teherán señala que es solo para fines pacíficos. Las agencias de inteligencia occidentales y el OIEA creen que tenía un programa de armas nucleares coordinado y clandestino que detuvo en el 2003.
Teherán niega haber buscado armas nucleares.
Irán aceptó frenar su programa nuclear a cambio de la eliminación de la mayoría de las sanciones internacionales en un acuerdo alcanzado entre Teherán y seis potencias mundiales en el 2015.
Pero Irán ha reducido gradualmente sus compromisos con el acuerdo desde que la administración del presidente de Estados Unidos Donald Trump se retiró del acuerdo en el 2018 y reimpuso e intensificó las sanciones que han golpeado la economía de Irán.
El acuerdo solo permite a Irán enriquecer uranio en sus instalaciones de Natanz con poco más de cinco mil centrífugas IR-1 de primera generación, pero Irán ha instalado nuevas cascadas de centrífugas avanzadas.
Israel ha respaldado la política de “máxima presión” de Trump sobre Teherán destinada a forzarlo a acordar un nuevo acuerdo que pone límites más estrictos a su trabajo nuclear, frena su programa de misiles balísticos y pone fin a sus guerras de poder regionales.
Irán dice que no negociará mientras se mantengan las sanciones.