El parlamento iraquí debate un proyecto de ley que regularía y reestructuraría la coalición Hashed al-Shaabi, integrada por más de 200.000 combatientes y empleados. Esta fuerza, creada en 2014 para enfrentar al grupo Estado Islámico, mantiene una influencia considerable en ámbitos militares y políticos. La legislación busca integrar oficialmente a la alianza dentro del aparato estatal.
El secretario de Estado estadounidense Marco Rubio afirmó que el proyecto “institucionalizaría la influencia iraní y los grupos terroristas armados que socavarían la soberanía de Irak”. Un funcionario iraquí, bajo condición de anonimato, señaló que los opositores consideran que la ley podría crear una estructura similar a la Guardia Revolucionaria iraní, que combina poder militar con la ideología del régimen islámico.
El politólogo Renad Mansour explicó que la iniciativa pretende integrar a los Hashed “aún más en el estado”. Mansour señaló que algunos creen que este paso es preferible a mantener a la coalición fuera del sistema, donde podrían actuar como saboteadores. Sin embargo, advirtió que otros opinan que la ley permitirá a los Hashed consolidar su poder, facilitándoles acceso a mayores recursos, inteligencia y tecnología.
Iraq impulsa proyecto de ley para integrar a Hashed en su estructura de seguridad oficial
El debate sobre el proyecto de ley coincide con un aumento de tensiones regionales, derivadas de la guerra en Gaza que afecta al Medio Oriente. Israel mantiene respaldo de Washington en sus enfrentamientos con aliados iraníes debilitados. En el Líbano, el gobierno presiona para desarmar a Hezbolá, grupo apoyado por Teherán, antes de que termine el año.
Las facciones armadas iraquíes han incrementado su influencia política, obteniendo escaños en parlamento y gobierno. A pesar de que varios líderes, incluido el comandante principal de Hashed, enfrentan sanciones de Estados Unidos, en 2022 se otorgó a la coalición una empresa pública, Al-Muhandis, con un capital valorado en decenas de millones de dólares.
El primer ministro iraquí Mohammed Shia al-Sudani justificó el proyecto de ley como parte de una reforma de seguridad gubernamental más amplia. Declaró que el Hashed es una institución militar oficial bajo la autoridad del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Una ley de 2016 ya reconocía a Hashed como organismo público, aunque algunas facciones cobran salarios estatales y operan independientemente del gobierno.
Dentro de Hashed, ciertas facciones están alineadas con Bagdad, mientras otras se comprometen con el “Eje de la Resistencia” liderado por Teherán. Estas últimas han atacado en ocasiones con cohetes y drones explosivos a las tropas estadounidenses presentes en Irak como parte de la coalición antiyihadista.
Mansour afirmó que la transformación de Hashed en una estructura similar a la Guardia iraní es poco probable. Indicó que la institución no es coherente debido a la presencia de múltiples grupos, facciones y líderes que aún mantienen disputas internas.
Partidos chiítas impulsan ley para mantener independencia militar del Hashed en Irak
Una fuente cercana a las facciones armadas informó a la AFP que los partidos musulmanes chiítas promueven una ley especial para que el Hashed conserve su estatus como una institución militar independiente, equiparada al Ministerio del Interior o de Defensa. Sin embargo, políticos sunitas y kurdos se oponen a esta medida y entre los chiítas persiste la falta de consenso, según un funcionario gubernamental.
El vicepresidente del parlamento, Mohsen al-Mandalawi, afirmó que la propuesta legislativa busca “mejorar las capacidades de combate” de las fuerzas Hashed y establecer nuevas formaciones dedicadas al desarrollo de esta entidad de seguridad, según la agencia oficial iraquí. De aprobarse, la norma permitiría crear una academia militar específica y garantizaría la “independencia financiera” del Hashed, detalló un informe parlamentario citado por medios estatales.
El consejo de estado de Irak advirtió sobre la expansión excesiva de las estructuras administrativas y rechazó la creación de una academia exclusiva para el Hashed, sugiriendo que se utilicen las instalaciones del ministerio de Defensa ya existentes. En el contexto de las elecciones legislativas previstas para noviembre, exparamilitares podrían aprovechar esta iniciativa para obtener reconocimiento institucional.
Mansour, otro representante, indicó que el Hashed “necesita algo para revitalizar su base”. Además, advirtió que “cuanto más institucionalizado esté el Hashed, más acceso tendrá a las ricas arcas estatales de Irak”. Finalmente, puntualizó que esta situación “podría convertirse en otro mecanismo de patrocinio”.