Durante la semana pasada, el general iraní de mayor rango en Siria reconoció que la República Islámica sufrió una severa derrota con el colapso del régimen de Bashar Assad, a pesar de que las autoridades iraníes minimizaron este hecho en numerosas ocasiones.
En una grabación difundida por el New York Times, el general de brigada Behrouz Esbati afirmó: “No considero que la pérdida de Siria sea motivo de orgullo. Fuimos duramente golpeados, derrotados de manera significativa y ha sido muy complicado sobreponernos”.
El militar señaló que los vínculos con Assad se deterioraron antes del derrumbe del régimen sirio, principalmente por la negativa del líder sirio a permitir que las milicias respaldadas por Irán abrieran un nuevo frente contra Israel desde territorio sirio. Además, acusó a Rusia de simular ataques contra las fuerzas rebeldes mientras, en realidad, lanzaba sus bombas en zonas deshabitadas.
A pesar de la caída de Assad, Esbati dejó claro que Teherán no abandonará sus planes de reclutamiento en Siria y buscará nuevos métodos para mantener su presencia en la región, independientemente de los cambios políticos.
“Tenemos la capacidad de reactivar todas las redes con las que trabajamos durante años”, aseguró. “Podemos utilizar las comunidades donde nuestros agentes estuvieron presentes por largo tiempo, movernos en las plataformas digitales y establecer células de resistencia”.
El general concluyó afirmando que las operaciones en Siria ya están en marcha y que Irán planea replicar allí las estrategias empleadas en otros contextos internacionales.