Irán ha reiterado su advertencia de los últimos días, afirmando que reaccionará con firmeza ante cualquier agresión israelí en su territorio, aunque subraya que no desea una escalada de la guerra en la región.
El martes, en una acción que describe como represalia, Irán lanzó cerca de 200 misiles, lo que representa su segundo ataque directo contra Israel. Este ataque se produjo en respuesta al asesinato de líderes terroristas afines a Teherán y de un general de la Guardia Revolucionaria.
Por su parte, Israel ha declarado su intención de contraatacar tras este ataque.
Abbas Araghchi, principal diplomático iraní, ha manifestado que la República Islámica “no teme a la guerra y dará una respuesta firme y apropiada a cualquier nueva acción del régimen sionista”.
Estas declaraciones fueron realizadas durante una conversación telefónica con Badr Abdelatty, su homólogo egipcio.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado el ataque con misiles de Irán como un “gran error”, que ocurrió tras el asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, por parte de Israel el 27 de septiembre.
En el contexto de este conflicto, después de que Estados Unidos mencionara que se estaba coordinando una respuesta conjunta con Israel, el jefe del Estado Mayor de Irán ha advertido que Teherán atacaría la infraestructura israelí en caso de que su territorio fuera agredido.