La agencia de noticias semioficial Tasnim afirmó el martes que la policía iraní había detenido a un “espía sionista” en la región meridional de Kerman.
Según un fiscal local citado por el medio, el sospechoso trabajaba para el “servicio de inteligencia sionista”, que es aparentemente el código del Mossad.
El acusado viajaba al extranjero, incluso a una nación vecina, haciéndose pasar por un hombre de negocios, según el fiscal, “con la intención de proporcionar información y obtener instrucciones para realizar actos de sabotaje”.
El espía acusado, según él, tenía la intención de “socavar la seguridad” en Kerman antes de ser detenido por soldados del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, afirmó. Según el sospechoso, también pretendía reunirse con un agente israelí en una nación vecina para conseguir una nueva misión.
Según el artículo, el sospechoso utilizó tecnología encriptada para conectarse con sus controladores israelíes desde Irán.
Irán anuncia de vez en cuando la detención de personas que cree que son espías de otras naciones, entre ellas Estados Unidos e Israel, aunque nunca proporciona ninguna documentación de apoyo.
Los dirigentes iraníes también han afirmado recientemente que Israel y Estados Unidos están detrás de las protestas en el país contra el maltrato del régimen a las mujeres.
Doce seguidores de la fe bahá’í fueron detenidos por el régimen el mes pasado, según informes de los medios de comunicación iraníes, bajo la sospecha de espiar para Israel.
Dos de los detenidos, según un comunicado del Departamento General de Inteligencia de la provincia de Mazandaran, fueron “entrenados” en el centro bahá’í de Haifa (Israel), centro mundial del movimiento religioso.
Supuestamente, establecieron una red de espionaje en todo Mazandaran.
La Comunidad Internacional Baha’i afirmó que las detenciones eran el resultado de una reciente campaña iraní de represión contra los seguidores de la fe, que también incluía palizas, demoliciones de viviendas, arrestos y restricciones al acceso a la educación superior.
La mayor minoría religiosa no musulmana de la República Islámica, los bahaíes, han sido objeto de una “despiadada” persecución iraní, según un estudio publicado una semana antes por Amnistía Internacional.
Varios miembros del grupo fueron detenidos por Irán en agosto bajo la sospecha de espiar para Israel.
La fe bahá’í se estableció en Irán a mediados del siglo XIX. Exiliado de Irán, su profeta Bahá’u’lláh viajó primero a Bagdad y luego a Turquía. Fue encarcelado por las autoridades otomanas en Acre, en lo que hoy es Israel, pero que en aquella época estaba bajo dominio otomano.
Cinco personas que supuestamente formaban parte de una red de espionaje israelí fueron detenidas en Irán en julio, lo que supuso el segundo anuncio de una detención en grupo en una semana, según los medios de comunicación iraníes.
Se sospecha que Israel está detrás de una serie de atentados cometidos en Irán en los últimos años, como el asesinato del antiguo director del programa nuclear del país y el sabotaje de instalaciones nucleares. Jerusalén nunca ha asumido la autoría de los incidentes, pero los indicios apuntan a su participación.