Irán ahorcó hoy a al menos siete personas, incluidas dos mujeres, en una intensificación del uso de la pena capital, informó la ONG Irán Human Rights (IHR).
Parvin Mousavi, de 53 años, madre de dos hijos adultos, fue ejecutada en la prisión de Urmia, en el noroeste de Irán, junto con cinco hombres condenados por varios casos relacionados con drogas, según IHR, con sede en Noruega.
En Nishapur, en el este del país, una mujer de 27 años llamada Fatemeh Abdullahi fue ahorcada acusada de asesinar a su marido, quien también era su primo, informó la misma organización.
IHR contabilizó al menos 223 ejecuciones en lo que va del año, con al menos 50 solo en mayo. Un nuevo aumento de ejecuciones comenzó tras el final del Año Nuevo persa y las vacaciones del Ramadán en abril, con 115 personas, incluidas seis mujeres, ahorcadas desde entonces.
Irán lidera la lista de países con más ejecuciones de mujeres. Los activistas señalan que muchas de las convictas son víctimas de matrimonios forzados o abusivos.
El año pasado, Irán llevó a cabo más ahorcamientos que en cualquier otro año desde 2015. Las ONG acusan a la República Islámica de usar la pena capital como medio para infundir miedo tras las protestas que estallaron en el otoño de 2022.
“El silencio de la comunidad internacional es inaceptable”, afirmó el director del IHR, Mahmood Amiry-Moghaddam, a la AFP. “Los ejecutados pertenecen a los grupos pobres y marginados de la sociedad iraní y no tuvieron juicios justos y con el debido proceso”.