El máximo responsable nuclear iraní condenó el ataque a la planta de enriquecimiento de uranio del país en Natanz como un acto de “terrorismo nuclear”, e insinuó que Irán podría tomar represalias.
Ali Akbar Salehi, director de la Organización de la Energía Atómica de Irán y ex ministro de Asuntos Exteriores, habló el domingo con Irib News sobre las perspectivas de levantamiento de las sanciones estadounidenses, así como sobre el reciente ataque a la instalación nuclear de Natanz.
Salehi restó importancia al impacto del ataque, diciendo que el “incidente” no había causado daños graves al programa nuclear iraní.
“La acción llevada a cabo contra el centro de enriquecimiento de Natanz demuestra el fracaso de los opositores al progreso industrial y político del país para impedir el importante desarrollo de la industria nuclear”.
No obstante, Salehi fustigó a los responsables, calificando el ataque de acto de “terrorismo nuclear”. Salehi también insinuó que Irán podría tomar represalias por el incidente.
“La República Islámica de Irán, al tiempo que condena este despreciable acto, subraya la necesidad de que la comunidad internacional y el Organismo Internacional de la Energía Atómica se ocupen de este terrorismo nuclear y se reserva el derecho a tomar medidas contra los autores”.
Para frustrar los objetivos del comandante de este movimiento terrorista, la República Islámica de Irán seguirá ampliando seriamente la tecnología nuclear, por un lado, y levantando las sanciones opresivas, por otro”.
Varios funcionarios de los servicios de inteligencia occidentales dijeron a Canal 13 que la agencia israelí Mossad era la responsable del ataque.
Se dice que el ataque ha perjudicado significativamente las operaciones de enriquecimiento de uranio de Irán, obligando a detener temporalmente todos los esfuerzos de enriquecimiento de uranio en el país. Todavía no se ha restablecido la energía en las instalaciones de Natanz.
El domingo, un funcionario iraní culpó a un “sabotaje” de la interrupción de la red de distribución eléctrica de la instalación nuclear de Natanz.
Malek Shariati Niasar, el portavoz de la comisión de energía del parlamento iraní, escribió en Twitter que el accidente, que se produjo un día después de que la planta comenzara a enriquecer uranio, era “muy sospechoso” y especuló que fue causado por “sabotaje e infiltración.”
Irán ha declarado que no hubo víctimas ni fugas de radiación por el incidente.