El ministro Abbas Aliabadi informó por la televisión estatal cortes periódicos en Teherán para evitar el derroche ante varios años secos y reservas críticas.
Medida de cortes de agua y objetivo de contener el consumo en Teherán
El Ministerio de Energía anunció cortes periódicos del suministro de agua en Teherán para limitar el consumo ante la sequía. Abbas Aliabadi comunicó por la televisión estatal que la medida busca evitar el derroche pese a las molestias para los usuarios. El mensaje se emitió el sábado 8 de noviembre en la capital y resaltó que el país encadena varios años secos. No se ofrecieron cifras sobre duración por zonas ni un calendario detallado.
Aliabadi señaló que la población debe ajustar sus hábitos de consumo para reducir una demanda urbana que presiona un sistema con déficit sostenido de recursos. El ministerio enmarcó los cortes como una herramienta inmediata para contener el gasto hídrico y preservar la continuidad del servicio. La comunicación subrayó que el esfuerzo de moderación será indispensable mientras no lleguen aportes de lluvia suficientes para estabilizar las reservas que abastecen a la capital iraní.
El gobierno comunicó que la reducción periódica del suministro se adopta con carácter preventivo y que su alcance dependerá de la evolución de las lluvias a corto plazo y del comportamiento de la demanda. El objetivo inmediato es contener el consumo en la capital para sostener el servicio hasta que se registren aportes que estabilicen las reservas. Este marco condiciona la aplicación práctica de los cortes y las ampliaciones del esquema si las precipitaciones no mejoran.

El Ministerio de Energía remarcó la necesidad de moderar la demanda y señaló prácticas de consumo que superan los estándares regionales en segmentos urbanos. Aliabadi advirtió que los abonados con consumos excesivos podrían enfrentar cortes del servicio, en paralelo a ajustes tarifarios para quienes superen los umbrales de referencia. Según el ministro, estas acciones buscan corregir comportamientos que agravan la presión sobre una red ya tensionada por la falta de aportes a los embalses.
Datos clave de cortes y reservas de agua en Teherán
- El embalse de Latyan se sitúa en torno al 9% de su capacidad.
- La presa Amir Kabir retenía 14 millones de metros cúbicos, cerca del 8%.
- Teherán supera los nueve millones de habitantes.
- El anuncio se emitió por la televisión estatal el 8 de noviembre de 2025.
Reservas en mínimos históricos y advertencias presidenciales por sequía
La resolución siguió a la advertencia del presidente Masoud Pezeshkian, quien el jueves 6 de noviembre planteó que, si no llueve en Teherán hacia finales de noviembre, el gobierno racionará el agua y, si la sequía persiste, podría ordenar la evacuación de la ciudad. El mandatario describió una situación crítica y aludió a informes que sitúan los embalses de la capital en mínimos de seis décadas, difundidos por la agencia semioficial SNN.
Los datos operativos disponibles muestran un deterioro acelerado de las reservas. El embalse de Latyan, uno de los que proveen a Teherán, se sitúa en torno al 9% de su capacidad, según funcionarios citados por la prensa internacional. Este nivel coincide con una caída continuada de los aportes a los depósitos de la cuenca de la capital, que afronta su sexto año consecutivo de sequía y una presión creciente sobre el abastecimiento urbano.
En la línea, la agencia IRNA informó que la presa Amir Kabir, una de las cinco que abastecen a la ciudad, retenía a comienzos de noviembre unos 14 millones de metros cúbicos, cerca del 8% de su capacidad. Ese volumen alcanza para sostener el suministro aproximadamente dos semanas en las condiciones de demanda actuales, según declaraciones del director de la empresa regional de agua de Teherán que la prensa internacional atribuyó a IRNA.

Los datos que acompañan el anuncio de cortes periódicos confirman que la red de abastecimiento opera con márgenes reducidos. La combinación de seis años seguidos de déficit pluviométrico con temperaturas estivales extremas provocó un descenso inusual de los volúmenes útiles en los depósitos que alimentan la capital. Este escenario condiciona la planificación y refuerza la prioridad de preservar el agua potable durante un periodo de aportes muy inferiores a los promedios de largo plazo.
Impacto urbano y energético, gestión restrictiva y medidas de demanda
Teherán, con más de nueve millones de habitantes, depende de un sistema interconectado de embalses y captaciones subterráneas. La reducción del nivel de los depósitos afecta al consumo doméstico y a los usos industriales y compromete la producción eléctrica, porque la menor disponibilidad de agua limita el funcionamiento de las centrales hidroeléctricas y reduce la capacidad de refrigeración de plantas térmicas. Estos efectos explican la advertencia sobre racionamientos y eventuales evacuaciones si no hay precipitaciones suficientes.
La continuidad de un ciclo seco prolongado ya dejó efectos sobre la infraestructura pública durante el verano boreal. Autoridades adoptaron decisiones motivadas por la combinación de demanda estacional elevada y reservas limitadas, una situación que vuelve a manifestarse ahora en el sistema de agua potable de la capital. Este antecedente refuerza el carácter preventivo de los cortes periódicos anunciados para administrar un equilibrio entre extracción, disponibilidad y necesidades de la población y de la actividad económica.

El Ejecutivo advierte desde mediados de año sobre la necesidad de reordenar usos y reforzar la gestión. En julio, la Presidencia alertó del riesgo de que la capital enfrentara escasez severa en los meses siguientes sin cambios en las pautas de consumo y sin lluvias que aliviaran el estrés hídrico. El diagnóstico indicaba que restricciones periódicas resultarían inevitables en picos de demanda si no se estabilizaba el balance entre extracción y reposición de los recursos.
Los organismos del agua y la cartera de Energía describen la estación como excepcionalmente seca. Los reportes oficiales hablan de precipitaciones por debajo de los promedios en la provincia de Teherán desde el inicio del año hidrológico, con menores entradas a los embalses y aumento del déficit estructural. En este contexto, se activan proyectos de transferencia y se pide a los usuarios instalar depósitos domésticos para manejar caídas de presión e interrupciones temporales.
