Irán ha arrestado a ocho personas acusadas de tener vínculos con la CIA y de reunir información para enviarla al extranjero durante la mortal violencia callejera que estalló después de que una subida del precio del combustible desencadenara manifestaciones.
El 16 de noviembre, la República Islámica impuso un apagón casi total en Internet, al día siguiente de que anunciara que los precios de la gasolina subían inmediatamente hasta en un 200 por ciento.
Los informes de muertes y detenciones surgieron cuando las fuerzas de seguridad fueron desplegadas para frenar las manifestaciones que se volvieron violentas en algunas zonas, con decenas de bancos, surtidores de gasolina y comisarías incendiadas.
Human Rights Watch, con sede en Nueva York, acusó el miércoles a Teherán de “encubrir deliberadamente” más de 100 muertes y miles de detenciones durante la represión.
Las autoridades iraníes han confirmado la muerte de cinco personas y han anunciado hasta ahora cerca de 500 detenciones, entre ellas de unos 180 “cabecillas”.
Pero Amnistía Internacional dijo el lunes que al menos 143 manifestantes han sido asesinados desde el 15 de noviembre durante la represión.
Las últimas personas detenidas en Irán fueron ocho personas “vinculadas a la CIA durante los recientes disturbios”, dijo el miércoles a última hora la agencia estatal de noticias IRNA.
“Algunos elementos que trataron de reunir información sobre los recientes disturbios y enviarlos fuera del país… fueron identificados y detenidos”, citó al director general del departamento de contraespionaje del ministerio de inteligencia.
Seis de ellos fueron acusados de haber estado “asistiendo a los disturbios y cumpliendo órdenes”, informó IRNA, sin nombrar al funcionario.
Otros dos acusados de intentar recoger información y transferirla al extranjero fueron arrestados antes de que pudieran salir del país, dijo la agencia de noticias.
Todos ellos habían sido “capacitados en diferentes países sobre cómo recolectar información… como ciudadanos-periodistas”, agregó.
Estados Unidos, dijo el martes que había recibido miles de mensajes de la República Islámica sobre las protestas, incluyendo fotos y videos, después de hacer un llamado a la gente a desafiar las restricciones de Internet.
“Hasta la fecha hemos recibido casi 20.000 mensajes, vídeos, imágenes y notas sobre los abusos del régimen a través de los servicios de mensajería de Telegram”, dijo el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, refiriéndose a la aplicación encriptada.
“Conspiración peligrosa”
Los disturbios, desencadenados por una fuerte subida de los precios del petróleo, se produjeron después de un año y medio de mordaces sanciones reimpuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de contener el papel regional de Irán.
Las sanciones siguieron a la decisión de Trump en mayo de 2018 de retirar unilateralmente a Estados Unidos de un acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Irán.
Irán ha culpado de los disturbios a “delincuentes” respaldados por sus enemigos extranjeros, entre ellos Estados Unidos, Israel y los Muyahidines del Pueblo de Irán, un grupo armado de oposición en el exilio que considera un culto “terrorista”.
El líder supremo, el ayatolá Alí Khamenei, dijo el miércoles que su país afectado por las sanciones había frustrado un complot “muy peligroso”.
“El pueblo frustró una conspiración profunda, vasta y muy peligrosa en la que se gastó mucho dinero en la destrucción, la maldad y el asesinato de personas”, dijo Khamenei en la televisión estatal.
En Twitter, Khamenei expresó su “sincera gratitud y aprecio” a la nación iraní en un post que incluía fotos de una manifestación masiva a favor del gobierno celebrada el lunes en Teherán.
“El pueblo demostró una vez más que es poderoso y grande, y derrotó la gran conspiración del enemigo con su presencia en el escenario”, dijo.
“La policía y las fuerzas de seguridad… cumplieron con su deber, pero lo que la nación hizo durante esta semana fue más importante que cualquier otra medida”, dijo otro tweet.
Los tweets acusaron al “#GlobalArrogance and #Zionism”, refiriéndose a los Estados Unidos e Israel, de estar detrás de la violencia callejera.