Irán evidencia su interés en obtener uranio de fosfatos sirios para avanzar en su programa nuclear, según documentos obtenidos por medios de comunicación de la oposición con sede en EE. UU.
Extracción de uranio de fosfatos en Siria
La Agencia de Energía Atómica de Irán (AEOI) solicitó la importación de 800.000 toneladas de fosfato desde Siria, de donde se puede obtener uranio. Esto se debe al alto grado de uranio presente en el suelo fosfatado de las minas sirias, que facilita la extracción en comparación con las minas iraníes de bajo grado.
La extracción del uranio permite la producción de torta amarilla, un concentrado de uranio en polvo que puede ser enriquecido y utilizado en la creación de armas nucleares o en la generación de energía.
La cooperación entre Irán y Siria se afianzó con la visita del presidente iraní, Ebrahim Raisi, a Damasco, donde firmaron acuerdos de colaboración en petróleo y otros sectores, estrechando lazos económicos entre ambos países.
Irán busca fuentes no convencionales de uranio
Debido a las sanciones internacionales, Irán podría estar recurriendo a fuentes no convencionales, como el fosfato, para obtener uranio. En 2017, Siria concedió a Irán el derecho a explotar minas de fosfato en Sharqiya, a unos 50 km al sur de la antigua ciudad de Palmira.
La mina Khunayfis es el sitio preferido para la extracción debido a su mayor riqueza en uranio, según los documentos analizados.
Advertencias sobre las ambiciones nucleares de Irán
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que Irán ya ha acumulado suficiente material fisible para cinco bombas nucleares y advirtió a la República Islámica que no debe continuar enriqueciendo uranio con fines armamentísticos.
Aunque se cree que Irán aún no ha enriquecido uranio al 90%, la pureza necesaria para fabricar armas nucleares, podría hacerlo rápidamente a partir de los niveles actuales de enriquecimiento.
Estado actual del acuerdo nuclear y posibles consecuencias
Irán mantiene reservas de uranio enriquecido al 20% y al 60%, en violación del acuerdo nuclear de 2015, lo que provocó que Estados Unidos se retirara del acuerdo en 2018 y reimplementara sanciones. Las conversaciones para restablecer dicho acuerdo se han estancado, mientras Irán sigue adelante con sus ambiciones nucleares.
Estados Unidos estima que Irán podría producir suficiente material fisible para un arma nuclear en dos semanas, aunque necesitaría más tiempo para prepararla. Sin embargo, Irán afirma que no tiene intenciones de construir armas nucleares y se cree que aún no cuenta con toda la tecnología necesaria