El lunes, Irán informó que la pandemia del coronavirus frenó sus planes de enviar al extranjero las cajas negras de un avión ucraniano que sus fuerzas derribaron por error en enero.
“Desde los primeros días de este doloroso incidente, anunciamos nuestra disposición a cooperar en la investigación de las cajas negras del avión ucraniano”, señaló el portavoz del gobierno, Ali Rabiei.
“No hay nada que ocultar de nuestro lado”, mencionó en una conferencia de prensa en Teherán.
“Si es posible leerlas en Ucrania, esto se hará en Ucrania. Si no, las cajas negras se leerán en Francia”.
Pero afirmó que el proceso se había ralentizado por la pandemia del coronavirus, que ha visto la mayoría de los vuelos internacionales cancelados.
“La interrupción de los vuelos internacionales ligada a la expansión del coronavirus causó un retraso involuntario”, añadió Rabiei.
“Reanudaremos este proceso (de envío de las cajas negras) con el restablecimiento gradual de los vuelos internacionales y la aclaración de los resultados de las negociaciones” entre Irán y otros implicados en el proceso.
El vuelo 752, un avión de Ukraine International Airlines, fue alcanzado por dos misiles y se estrelló poco después de despegar del aeropuerto de Teherán el 8 de enero.
La República Islámica admitió días después que sus fuerzas derribaron accidentalmente el avión de pasajeros con destino a Kiev, matando a 176 personas que iban a bordo.
Las defensas aéreas de Teherán habían estado en alerta máxima en ese momento por si los Estados Unidos tomaban represalias contra los ataques iraníes, horas antes contra las tropas estadounidenses estacionadas en el Irak. Esos ataques se llevaron a cabo en respuesta a la muerte de un alto general iraní, Qassem Soleimani, en un ataque con aviones no tripulados de los Estados Unidos cerca del aeropuerto de Bagdad.
Se espera que las cajas negras contengan información sobre los últimos momentos antes de que el avión fuera atacado y se estrellara.
Muchos de los que estaban a bordo del avión derribado eran canadienses.
Ottowa ha exigido durante meses que Irán, que no tiene los medios técnicos para decodificar las cajas negras, envíe los artículos al extranjero para que su contenido pueda ser analizado.
Hace dos meses, Canadá anunció que él y otros países pidieron a Teherán que retrasara la descarga de los datos de las cajas negras, debido a las restricciones de viaje por el coronavirus.
Después de que Teherán informara en marzo que estaba listo para transferir las cajas negras a Francia o Ucrania, el Ministro de Relaciones Exteriores canadiense, François-Philippe Champagne, acogió con cautela un “paso en la dirección correcta”.
Pero señaló que juzgaría a las autoridades iraníes por “sus acciones y no solo por sus palabras”.
Irán dice que el nuevo brote de coronavirus en el país ha matado a 8 950 personas y ha infectado a casi 190 mil desde que se informó de los primeros casos en febrero.