La comunidad judía en Irán enfrenta presiones para participar en la marcha anual del Día de Al Quds, en lugar de celebrar el final de Pésaj, poniendo en riesgo su seguridad y bienestar.
El dilema de la comunidad judía en Irán
Beni Sabti, experto en Irán del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén, señala que existe una “presión silenciosa” sobre los judíos iraníes para que muestren su apoyo a la manifestación del Día de Al Quds. Esta presión pone en peligro a aquellos que no participan en la marcha, mientras que aquellos que se unen pueden evitar represalias.
El Día de Al Quds fue creado por el fundador de la República Islámica de Irán, el ayatolá Jomeini, en 1979 como una protesta global contra la existencia del Estado de Israel.
La comunidad judía iraní, compuesta por alrededor de 9,000 miembros, fue instada a no realizar actividades festivas durante el Día de Al Quds y a celebrar Pésaj una semana más tarde, como muestra de respeto a la “sensibilidad musulmana”.
Participación en la marcha: una necesidad para sobrevivir
Los judíos iraníes tienen que ser “muy cuidadosos” en Irán, donde están constantemente bajo restricciones. Según Sabti, la participación en la marcha del Día de Al Quds es crucial para la supervivencia de la comunidad judía en el país totalitario islámico.
El régimen iraní suele enviar a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) y a su milicia interna, el Basij, a las sinagogas para vigilar si se habla de Israel o en contra del régimen iraní.
La vida de los judíos en Irán
La mayoría de los judíos iraníes huyeron del país después de la revolución de 1979. Durante el período del sha, al menos 80,000 judíos vivían en Irán. Muchos judíos fueron ejecutados, detenidos y encarcelados por el régimen islámico en los primeros años de la revolución, y las detenciones continúan hasta la actualidad.
Además, los judíos iraníes viven bajo estricto control del régimen y donan dinero a organizaciones y mezquitas contrarias a Israel.
Un futuro incierto para la comunidad judía en Irán
La situación de los judíos en Irán sigue siendo preocupante, ya que enfrentan presiones y represalias por parte del régimen.
Mientras tanto, la comunidad judía iraní intenta mantener sus tradiciones y mantenerse unida, a pesar de las difíciles circunstancias.