Irán ha comenzado a enviar petróleo crudo a través del oleoducto Goreh-Jask, que pasa por el estrecho de Ormuz y termina en la ciudad portuaria de Jask, en el golfo de Omán, desde donde el petróleo podría cargarse en petroleros para su exportación.
El primer cargamento casi ha llegado a su destino final, informó Bloomberg, citando a la Agencia de Noticias de la República Islámica de Irán, de propiedad estatal. El oleoducto de 620 millas será inaugurado oficialmente a finales de este año por el presidente Hassan Rouhani.
Irán lleva meses preparándose para el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos, aumentando su producción de petróleo y preparándose para aumentar también las exportaciones.
A principios de este mes, el presidente Rouhani dijo que se había alcanzado el acuerdo principal sobre las sanciones, lo que provocó una caída temporal de los precios del petróleo. Más tarde, otras fuentes afirmaron que el acuerdo final está aún fuera de alcance.
Mientras tanto, sin embargo, el país está aumentando la producción, planeando volver a un nivel de producción de 4 millones de barriles diarios, lo que Teherán dijo que podría hacer en tres meses. La mayor parte se exportará probablemente a través del Estrecho de Ormuz, pero también tendría sentido buscar una ruta alternativa, en caso de que se produzca un nuevo estallido de las tensiones regionales o internacionales, lo que convertiría al punto de estrangulamiento en un lugar idóneo para la confrontación. En numerosas ocasiones, Irán también ha sido la parte que ha iniciado la confrontación.
Mientras Irán busca la manera de llevar más petróleo a los mercados internacionales, la Administración de Información Energética informó de que un cargamento de petróleo iraní había llegado a Estados Unidos en marzo, y Reuters señaló en su informe que los datos del cargamento se incluyeron en un informe mensual que siguió a la incautación por parte de Estados Unidos de un cargamento de petróleo iraní en un buque cisterna con bandera de Liberia. El informe también señaló que sus propios datos de envío habían mostrado que el petrolero incautado había descargado su carga en Galveston, Luisiana, también en marzo.