La ciudad Estado de Hamburgo, en el norte de Alemania, publicó el lunes su informe anual de seguridad, declarando que la República Islámica de Irán compró tecnología ilegal a un hombre germano-iraní por un total de casi un millón de euros.
Un análisis realizado en septiembre de 2021 sobre el caso del germano-iraní Alexander J. por el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional, con sede en Washington, confirmó las peligrosas conclusiones expuestas por la agencia de inteligencia de Hamburgo en su nuevo informe.
Según el estudio del instituto, “este caso [de Alexander J.] pone de manifiesto el esfuerzo continuado de Irán por infringir las leyes de control del comercio y las sanciones de otras naciones para adquirir artículos para sus programas nuclear y de misiles balísticos. Además, Irán sigue reclutando activamente a personas simpatizantes o persuasivas para adquirir artículos para sus programas sensibles. Algunas de estas exportaciones parecen violar el JCPOA [Plan Integral de Acción Conjunto]”.
El JCPOA es el nombre formal del acuerdo nuclear con Irán que busca proporcionar un alivio de las sanciones económicas a Teherán a cambio de restricciones temporales en su programa atómico. Israel, los estados árabes suníes y muchos países occidentales creen que el régimen de Irán busca desesperadamente construir un dispositivo de armas nucleares. El Estado teocrático de Teherán niega que busque armas atómicas.
Según la Fiscalía Federal de Alemania, Alexander J. exportó ilegalmente una multitud de complejos equipos de laboratorio, incluidos cuatro espectrómetros. Durante el período 2018-2020, Alexander J. vendió, en dos casos, equipos de laboratorio a empresas sancionadas por la UE en Irán utilizados para asegurar la tecnología para los programas nucleares y de misiles balísticos del régimen iraní.
Debido a la preocupación por la privacidad de los alemanes, el sistema judicial y los medios de comunicación no suelen indicar el apellido del acusado penal.
Un tercer caso tuvo lugar en enero de 2020, en el que Alexander J. suministró a un nuevo empresario iraní dos espectrómetros sin la preceptiva licencia de exportación.
La agencia de inteligencia de Hamburgo dijo que se está buscando a dos cómplices acusados por su papel en el caso de Alexander J. El régimen de Irán se menciona 82 veces en el informe de Hamburgo de 194 páginas, que se centra en una amplia gama de amenazas a la seguridad de la democracia de Hamburgo.
Informes de la inteligencia alemana
En junio, The Jerusalem Post informó de que el informe de la agencia federal de inteligencia alemana decía que “las agencias de inteligencia nacionales alemanas pudieron identificar un aumento significativo de los indicios de intentos de adquisición relacionados con la proliferación por parte de Irán para su programa nuclear”.
El caso de Alexander J. aparecía en la sección “Proliferación” del informe de inteligencia de Hamburgo. El informe de inteligencia define la proliferación como “la adquisición de productos para la producción de armas nucleares, biológicas y químicas de destrucción masiva y la correspondiente tecnología portadora (tecnología de cohetes), incluidos los conocimientos técnicos necesarios para ello”.
El estudio del instituto, del que son autores Spencer Faragasso y Sarah Burkhard, señala que el caso de Alexander J. “pone de manifiesto el esfuerzo continuado de Irán por infringir las leyes de control del comercio y las sanciones de otras naciones para adquirir artículos para sus programas nuclear y de misiles balísticos. Además, Irán sigue reclutando activamente a personas simpatizantes o persuasivas para adquirir artículos para sus programas sensibles. Algunas de estas exportaciones parecen violar el JCPOA. Las futuras discusiones con Irán deberían abordar las actividades ilícitas que está llevando a cabo el gobierno de Irán desafiando las leyes y regulaciones internacionales y nacionales”.
El informe del instituto añadía que “esto también pone de manifiesto que Irán sigue careciendo de la capacidad nacional para producir ciertos equipos de medición e instrumentos analíticos sofisticados, como los sistemas de espectrometría esenciales para un programa de enriquecimiento de uranio, y por tanto, se ve obligado a buscar estos artículos en otros lugares”.
Los veteranos observadores de Irán llevan mucho tiempo señalando que Alemania es un mercado libre para que el régimen de Irán consiga tecnología y material para sus programas nucleares y de misiles ilícitos. Las leyes de sanciones de aplicación laxa de Alemania contra el régimen de Irán han desempeñado un papel, así como la agencia reguladora de Alemania que da luz verde a muchos acuerdos comerciales que se consideran de doble uso (que pueden ser utilizados para fines militares y civiles).
En 2018, el sitio web de noticias alemán T-Online escribió, basándose en los hallazgos de la inteligencia alemana, que “Alemania ha sido el mayor y quizás más importante supermercado del régimen de los mulás en todo el mundo cuando se trata de la compra ilegal de piezas para armas de destrucción masiva y sus tecnologías”.
El informe del instituto afirmaba que “Irán sigue haciendo todo lo posible para adquirir los componentes necesarios para sus programas nucleares y de misiles balísticos y utiliza empresas de fachada y otros esquemas para engañar a empresas y particulares legítimos”.
La agencia de inteligencia de Hamburgo dijo que Hezbolá -el principal socio estratégico del régimen iraní- tiene 1.250 partidarios en Alemania a finales de 2021. Alemania prohibió a Hezbolá en el territorio de la república federal en 2020. Los críticos dicen que Alemania no está aplicando su prohibición de las actividades de Hezbolá.
Según el informe de Hamburgo, hay 30 asociaciones culturales y mezquitas en Alemania que se alinean con Hezbolá.