BERLÍN – El gobierno iraní ha expresado su enfado por la aparición de altos cargos políticos europeos y estadounidenses en un mitin de apoyo a un grupo de oposición que lleva mucho tiempo tratando de derrocar a los gobernantes teocráticos de Irán, y que en su día fue considerado una organización terrorista por Occidente.
La agencia oficial de noticias iraní IRNA informó de que el Ministerio de Asuntos Exteriores del país convocó el domingo al enviado de Eslovenia en Teherán por un mensaje de vídeo del primer ministro de las naciones de la Unión Europea en el acto organizado por el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán.
El CNRI es el brazo político de los Muyahidines-e-Jalq, considerados una organización terrorista por Irán y que en su día fueron designados como tales por Estados Unidos hasta que fueron excluidos de la lista en 2012. La UE retiró al grupo de su lista de terroristas en 2009.
Cientos de personas se concentraron el sábado frente a la emblemática Puerta de Brandemburgo de Berlín, mientras los oradores, entre los que se encontraban el exsecretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, la estratega demócrata Donna Brazile y numerosos senadores estadounidenses en activo de todas las bancadas, elogiaban al NRCI y sus objetivos.
Pompeo, que defendió la postura de línea dura de la administración Trump contra Irán por su programa nuclear, afirmó en su discurso en vídeo que el gobierno iraní estaba “en su estado más precario” desde la Revolución Islámica de 1979 y pidió una presión sostenida sobre Teherán.
El ex alto diplomático estadounidense también comparó al recién elegido presidente de Irán, Ebrahim Raisi, con un “asesino en masa” por su papel en la ejecución de miles de presos políticos iraníes en 1988.
“Estados Unidos debería tomar la iniciativa para que rinda cuentas por los crímenes contra la humanidad que cometió”, dijo Pompeo, y añadió que el gobierno estadounidense debería decir a los aliados de Europa y Asia que si tratan con Raisi, “Estados Unidos también les pedirá cuentas”.
Pompeo elogió al NRCI, cuya financiación no está clara y que en el pasado ha pagado a políticos extranjeros para que aparezcan en sus mítines, e instó al grupo a “seguir luchando”.
“Que su misión sea bendecida y protegida, que el pueblo iraní sea bendecido”, dijo Pompeo, un republicano que se ha negado a descartar presentarse a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024.
El apoyo de Pompeo al grupo fue secundado por Brazile, que elogió el “notable valor y liderazgo” de la presidenta del NRCI, Maryam Rajavi.
También intervinieron en el acto los senadores demócratas Bob Menéndez y Cory Booker, y los republicanos Roy Blunt y Ted Cruz. Roy Blunt y Ted Cruz, el ex presidente de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, John Bercow, el ex ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, y el ex primer ministro de Canadá, Stephen Harper, entre otros.
Irán criticó a los políticos occidentales que participaban en el acto, y el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Saeed Khatibzadeh, les acusó de “venderse barato para un circo organizado por Europa por una secta terrorista que en su día estuvo respaldada por Sadam y que tiene las manos manchadas de sangre iraní”.
El ministerio también condenó el discurso del primer ministro esloveno, Janez Jansa, calificándolo de “inaceptable, contrario a las normas diplomáticas y al espíritu” de las relaciones bilaterales, informó la agencia de noticias IRNA.
Jansa, cuyo país ocupa la presidencia de turno del Consejo Europeo, había dicho que apoyaba las peticiones de una investigación independiente sobre el papel de Raisi en las ejecuciones de 1988.
“El régimen iraní debe rendir cuentas por las violaciones de los derechos humanos y la comunidad internacional debe ser más firme al respecto”, dijo.