Irán condenó el domingo el restablecimiento de las sanciones de las Naciones Unidas por su programa nuclear como “injustificable” tras el colapso de las conversaciones con las potencias occidentales y los ataques israelíes y estadounidenses contra sus instalaciones nucleares, y afirmó que evaluará su respuesta.
Las medidas, que prohíben las actividades vinculadas al programa nuclear y de misiles balísticos de la República Islámica, entraron en vigor anoche después de que las potencias occidentales activaron el mecanismo de “retroceso rápido” previsto en el acuerdo nuclear de 2015.
“La reactivación de resoluciones anuladas carece de fundamento jurídico y es injustificable. Todos los países deben abstenerse de reconocer esta situación ilegal”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán en un comunicado. “La República Islámica de Irán defenderá con firmeza sus derechos e intereses nacionales, y cualquier acción destinada a socavar los derechos e intereses de su pueblo recibirá una respuesta firme y apropiada”, añadió.
Israel, por su parte, celebró las sanciones como “un avance importante en respuesta a las constantes violaciones de Irán, especialmente en su programa nuclear militar”. “El objetivo es claro: evitar que Irán tenga armas nucleares. El mundo debe utilizar todos los recursos para lograrlo”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel el 10 de marzo.
Al evaluar su respuesta a las sanciones reimpuestas, un legislador iraní indicó que el parlamento podría considerar retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear. En declaraciones al Club de Jóvenes Periodistas, afiliado a la televisión estatal iraní, el legislador Ismail Kowsari explicó que el parlamento debatiría la medida antes de tomar una decisión.

El presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Qalibaf, emitió una advertencia a los países que cumplan las sanciones de la ONU cuando la cámara comenzó su sesión del domingo. “Anunciamos que si algún país adopta medidas contra Irán basándose en estas resoluciones ilegales, enfrentará medidas recíprocas serias por parte de Irán.
Los tres países europeos que iniciaron esta acción ilegal también enfrentarán nuestra reacción”, dijo Qalibaf sin dar más detalles, según un informe de la agencia de noticias estatal IRNA. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, en declaraciones previas a la imposición de las sanciones a la televisión estatal iraní, minimizó el impacto que estas tendrían en el país.
“Nos causará daños y pérdidas”, declaró Araghchi el sábado por la noche. “Sin embargo, lo han presentado en sus propios medios como algo mucho mayor de lo que realmente es y han intentado crear un monstruo para atemorizar al pueblo iraní y obligar a nuestro gobierno y a nuestra política exterior a hacer concesiones y tributos”.

El regreso de las sanciones puso fin a meses de diplomacia tensa destinada a reactivar las conversaciones nucleares suspendidas desde junio, cuando fuerzas israelíes y estadounidenses bombardearon instalaciones nucleares iraníes. A pesar de la reimposición, los líderes occidentales destacaron que los canales de diálogo permanecen abiertos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, instó a Irán a aceptar conversaciones directas de buena fe. También pidió a los Estados miembros de la ONU que aplicaran inmediatamente sanciones para presionar a los líderes iraníes a actuar en favor de su país y de la seguridad internacional.
Los ministros de Asuntos Exteriores británico, francés y alemán afirmaron en una declaración conjunta que seguirán con la búsqueda de una nueva solución diplomática para impedir que Irán obtenga un arma nuclear. Asimismo, pidieron a Teherán abstenerse de cualquier acción que agrave la situación.

Irán permitió el regreso de los inspectores de la ONU a sus instalaciones nucleares, pero el presidente Masoud Pezeshkian afirmó que Estados Unidos solo ofreció un breve alivio a cambio de entregar toda su reserva de uranio enriquecido, una propuesta que calificó de inaceptable.
Un intento de última hora de Rusia y China, aliados de Irán, para posponer las sanciones hasta abril no logró los votos necesarios en el Consejo de Seguridad el viernes, lo que llevó a la entrada en vigor de las medidas a las 3:30 de la madrugada en Teherán (0000 GMT) del domingo. Alemania, que impulsó junto con Gran Bretaña y Francia el regreso de las sanciones, “no tuvo otra opción” porque Irán no cumplía con sus obligaciones, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul.

“Para nosotros es imperativo: Irán nunca debe adquirir un arma nuclear”, dijo ante la Asamblea general de la ONU. “Seguimos abiertos a negociar un nuevo acuerdo. La diplomacia puede y debe continuar”. Rusia declaró que no aplicará las sanciones por considerarlas inválidas. Las sanciones “exponen la política de Occidente de sabotear la búsqueda de soluciones constructivas en el Consejo de Seguridad de la ONU y su deseo de obtener concesiones unilaterales de Teherán a través del chantaje y la presión”, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
Irán sostiene desde hace años que no busca armas nucleares, pero ha enriquecido uranio a niveles sin aplicaciones pacíficas, ha negado el acceso a inspectores de la ONU y ha amenazado con destruir ciudades israelíes.

Las sanciones reactivan medidas suspendidas en 2015, cuando Irán aceptó restricciones significativas a su programa nuclear en virtud de un acuerdo negociado por el expresidente estadounidense Barack Obama. Estados Unidos ya impuso sanciones masivas, incluido el intento de obligar a todos los países a rechazar el petróleo iraní, cuando el presidente Donald Trump se retiró del acuerdo en su primer mandato.
Irán y Estados Unidos mantuvieron varias rondas de conversaciones mediadas por Omán a principios de este año antes de su colapso en junio, cuando Israel y luego Estados Unidos atacaron las instalaciones nucleares iraníes. Irán llamó el sábado a consultas a sus enviados en Gran Bretaña, Francia y Alemania, informó la televisión estatal.
En el ámbito interno, los iraníes expresaron su preocupación por el impacto de las nuevas sanciones sobre una economía ya presionada. “La situación económica actual ya era muy difícil, pero va a empeorar”, dijo un ingeniero iraní identificado como Dariush.
“El impacto de las renovadas sanciones ya es evidente: el tipo de cambio sube y eso provoca precios más altos”, afirmó el hombre de 50 años, quien señaló que el nivel de vida es “mucho más bajo” que hace dos o tres años. El dólar se cotizaba alrededor de 1,12 millones de riales en el mercado negro el sábado, un máximo histórico según varios sitios especializados en seguimiento de divisas.
