El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, emitió una fatwa en la que se establece que las mujeres de los dibujos animados deben ser representadas con hiyab, según informó Al Arabiya citando a la agencia de noticias iraní Tasnim.
Una fatwa es una declaración o sentencia sobre un punto de la ley islámica emitida por una autoridad superior reconocida. Sin embargo, la sentencia no es legalmente vinculante.
El informe afirma que Jamenei respondía a una pregunta formulada por un usuario de Telegram, en la que preguntaba si la observancia del hiyab obligatorio es necesaria para los personajes de las películas de animación. No se aclaró a través de qué foro se presentó la pregunta al ayatolá.
“Aunque el uso del hiyab en una situación hipotética no es necesario en sí mismo, la observancia del hiyab en la animación es necesaria debido a las consecuencias de no llevar el hiyab”, dijo IranWire, según el informe.
Desde la Revolución Islámica de Irán, hace 40 años, las mujeres se ven obligadas a cubrirse el pelo en aras de la modestia. Las infractoras son amonestadas públicamente, multadas o detenidas. También son acosadas y perseguidas por la “policía de la moral” de Irán, también conocida como “Gasht-e Ershad”.
En muchos centros comerciales de Teherán hay instrucciones adicionales para que las dependientas lleven un maghnaeh (capucha negra) en lugar de un simple hiyab, o se enfrentan a la posible consecuencia de que les cierren el negocio.
Aunque no hay leyes escritas expresamente que obliguen a las mujeres a llevar hijab en Irán, tras la Revolución Islámica de 1979, el gobierno y los funcionarios religiosos han establecido sus propias normas de vestimenta para todo el público, con muchas restricciones de vestimenta y etiqueta dirigidas a las mujeres en particular.
Con el tiempo, la incorporación del hiyab obligatorio se convirtió en ley en todas partes. Los locales comerciales estaban obligados a colgar carteles que decían “no se puede entrar sin hiyab” y quienes desafiaban los códigos obligatorios se enfrentaban a detenciones, multas e incluso latigazos en los años 80 y 90.
Hoy en día, esas penas se sustituyen por extensas condenas de prisión, como se puso de manifiesto en el caso del año pasado de tres mujeres iraníes que fueron condenadas por el Tribunal Revolucionario Iraní a penas de prisión de al menos 16 años cada una por desobedecer el código de vestimenta islámico del país. Los requisitos del código de vestimenta en la República Islámica exigen que las mujeres lleven pañuelos en la cabeza, así como prendas largas que cubran como mínimo el torso y las piernas.