El canciller Abbas Araghchi aseguró en Teherán que Irán no enriquece uranio tras los ataques de Israel y Estados Unidos, bajo supervisión del OIEA.
Araghchi afirma suspensión del enriquecimiento y control del OIEA
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, afirmó en Teherán que el país no está enriqueciendo uranio en ninguna instalación. Atribuyó la interrupción a los ataques ejecutados en junio por Israel y Estados Unidos contra los centros de enriquecimiento. Indicó que todas las instalaciones nucleares permanecen bajo las garantías y la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica y ofreció la declaración más directa del gobierno sobre el estado del programa tras los bombardeos.
“Ahora mismo no hay enriquecimiento porque nuestras instalaciones de enriquecimiento han sido atacadas”, respondió Araghchi ante una pregunta de un periodista de Associated Press. Recalcó que Irán mantiene su derecho al uso pacífico de la energía nuclear, que incluye el enriquecimiento, y reclamó reconocimiento internacional de ese derecho. Aseguró que no hay enriquecimiento no declarado y que el programa permanece bajo salvaguardias, aunque las operaciones están detenidas por los daños sufridos.
Los pronunciamientos se produjeron tras una escalada iniciada el 13 de junio, cuando Israel lanzó ataques aéreos contra objetivos militares y nucleares en Irán, a lo que siguieron represalias con misiles iraníes hacia ciudades israelíes. Días después, el 21 de junio, Estados Unidos ejecutó incursiones contra tres centros nucleares clave, en coordinación con la ofensiva israelí. La secuencia conformó un conflicto de doce días, tras el que cesaron los combates abiertos.

Los ataques incluyeron Natanz, Fordo y el complejo nuclear de Isfahán. Informes y evaluaciones técnicas difundidos después describieron daños de consideración en infraestructuras del ciclo de enriquecimiento. El director general del OIEA, Rafael Grossi, afirmó que el bombardeo estadounidense probablemente causó un daño muy significativo en áreas subterráneas de Fordo, aunque la agencia no había accedido entonces a inspeccionar los lugares. Reuters señaló que Irán operaba tres plantas de enriquecimiento al inicio de los ataques.
Claves verificadas sobre ataques, daños y supervisión del OIEA
- Israel atacó objetivos militares y nucleares el 13 de junio; Estados Unidos atacó tres centros el 21 de junio.
- Las instalaciones alcanzadas incluyeron Natanz, Fordo e Isfahán.
- El OIEA no ha podido ingresar a los sitios bombardeados desde junio.
- Al 13 de junio, Irán tenía 440,9 kg de uranio al 60 %, según informe confidencial citado por Reuters.
- Araghchi: “Ahora mismo no hay enriquecimiento porque nuestras instalaciones han sido atacadas”.
Verificación del OIEA, acceso bloqueado y seguimiento remoto tras ataques
En el caso de Natanz, comunicaciones oficiales del OIEA del 13 y 19 de junio informaron impactos y afectación a infraestructuras eléctricas vinculadas al enriquecimiento de uranio. La agencia precisó que no se registraron aumentos de radiación fuera de los emplazamientos. También señaló que el Centro de Enriquecimiento de Combustible en Natanz figuraba entre las instalaciones donde Irán producía uranio enriquecido hasta el 60 % antes de los ataques.

En un informe confidencial del 12 de noviembre, el OIEA indicó que no había podido ingresar a los sitios bombardeados desde junio y que la rendición de cuentas sobre el inventario de uranio enriquecido de Irán estaba largamente vencida, dado que su guía interna exige comprobar mensualmente las existencias de material enriquecido al 60 %. A comienzos de mes, la falta de acceso impidió confirmar el estado de los materiales nucleares en los lugares atacados.
El OIEA mantiene seguimiento remoto parcial y comunicación técnica con Irán pese a las restricciones. Dos semanas antes del anuncio de Araghchi, Associated Press informó que la agencia había detectado actividad de movimiento en torno a instalaciones nucleares iraníes, aunque Grossi puntualizó que ese indicio no equivalía a reanudación del enriquecimiento. La aplicación de un entendimiento preliminar entre Teherán y el OIEA para retomar inspecciones seguía pendiente.
Antes de la guerra de junio, Irán enriquecía uranio hasta el 60 % y acumulaba reservas. Un informe confidencial del OIEA, citado en septiembre por Reuters, señaló que al 13 de junio Irán disponía de 440,9 kilogramos de uranio enriquecido al 60 % en forma de hexafluoruro, cantidad que el baremo técnico del organismo considera suficiente para unas diez armas si se eleva a concentraciones de uso militar. La cifra actual no ha podido verificarse.
Daños en Natanz, Fordo e Isfahán y posiciones divergentes de actores

Los gobiernos implicados ofrecieron evaluaciones divergentes sobre la magnitud de los daños provocados por las operaciones de junio. En el momento de las incursiones, autoridades estadounidenses afirmaron que las tres instalaciones atacadas habían quedado “completamente y totalmente” destruidas. Un mes después, una evaluación citada por Reuters a partir de información de NBC News sostuvo que los golpes destruyeron una de las tres, con daños menores o reparables en las otras dos.
Araghchi pronunció sus declaraciones en Teherán durante una conferencia internacional titulada “El derecho internacional bajo asalto: agresión y autodefensa”, donde autoridades y académicos iraníes expusieron su posición sobre la guerra de junio y sus consecuencias. En ese contexto, el ministro insistió en que la postura de Teherán sobre el programa nuclear es clara e invocó el derecho al enriquecimiento en el marco del uso pacífico de la energía atómica.
De acuerdo con informes técnicos del OIEA y con los comunicados diplomáticos difundidos desde septiembre, la agencia no ha podido entrar a los sitios de Natanz, Fordo e Isfahán impactados durante la guerra. La verificación del inventario de material enriquecido de Irán permanece sin realizar, pendiente de que se materialice el entendimiento anunciado para reanudar inspecciones y de que las autoridades iraníes adopten las decisiones necesarias para concretar el despliegue operativo.
En su interacción con medios extranjeros, Araghchi insistió en que Irán mantiene su derecho al uso pacífico de la energía nuclear y reclamó reconocimiento internacional. Reiteró que no hay enriquecimiento no declarado y que el programa permanece bajo salvaguardias del OIEA, aunque las operaciones de enriquecimiento se hallan detenidas por los daños sufridos en junio en las instalaciones atacadas por Israel y Estados Unidos, según su descripción ante la prensa.
