TEHERÁN, Irán – En vísperas de las elecciones presidenciales en Irán, que se espera den la victoria al clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi, el Consejo de Guardianes, encargado de evaluar a los candidatos, insiste en que “la contienda política es seria”.
“Los medios de comunicación y el pueblo han atestiguado que se trata de una buena competición”, afirma el jefe del consejo de 12 miembros, Abbas Ali Kadkhodaee, un día antes de que casi 60 millones de votantes acudan a las urnas.
Los tres debates televisados entre los siete candidatos, todos hombres, aprobados por el órgano no elegido de juristas y clérigos, han demostrado que “la competencia política es seria”, dice Kadkhodaee en una rueda de prensa.
La votación de mañana elegirá al sucesor del presidente moderado de Irán, Hassan Rouhani, que no puede volver a presentarse ahora tras cumplir dos mandatos consecutivos de cuatro años, y que deja el cargo en agosto.
Se espera que la participación sea baja en un país en el que muchos se han desmoralizado por años de dolorosa crisis económica provocada por un régimen de sanciones estadounidenses paralizante y agravada por la pandemia de COVID.
Las elecciones se producen mientras Teherán mantiene nuevas conversaciones con las potencias mundiales para reactivar un maltrecho acuerdo nuclear de 2015, del que Estados Unidos se retiró unilateralmente hace tres años bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump.