TEHERÁN, Irán – El jefe nuclear iraní ha afirmado que los restos de uranio enriquecido hallados en su territorio por inspectores de la ONU fueron introducidos en el país desde el extranjero, refutando así las afirmaciones de actividad nuclear secreta.
El Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU (OIEA) lleva meses presionando a Teherán para que explique la presencia de material nuclear en tres emplazamientos no declarados.
El descubrimiento complicó aún más los esfuerzos por revivir el acuerdo nuclear iraní de 2015, que pende de un hilo desde que Estados Unidos se retiró unilateralmente de él en 2018 bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump.
En declaraciones publicadas el jueves por el diario Hamshahri, el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, dijo que los rastros procedían de residuos introducidos en Irán desde otros países.
Eslami dijo que los lugares visitados por los inspectores de la ONU fueron una granja de ganado, una mina abandonada y un vertedero.
“En el vertedero, tomaron muestras de los residuos que entraron en Irán procedentes de distintos países”, según el informe.
“Esto no significa que el lugar del hallazgo fuera un emplazamiento nuclear o que se tratara de una actividad nuclear no declarada”.
“Los residuos procedían de Irak y de otros países”, afirmó Eslami.
“Hemos impedido la entrada de gran parte de estos residuos… No eran sustancias nucleares de fabricación propia, sino tal vez restos de un uso anterior en el país de origen”.
En una resolución, la junta de gobernadores del OIEA deploró el mes pasado la falta de cooperación y de respuestas “técnicamente creíbles” por parte de Teherán.
Como resultado, la agencia dijo que era incapaz de garantizar la autenticidad e integridad del programa nuclear iraní.
Sin embargo, Eslami afirmó que Teherán ha “proporcionado respuestas documentadas y argumentadas a la petición” del organismo de control nuclear de la ONU.
Una delegación del OIEA tenía previsto viajar a Teherán en noviembre, pero la visita no tuvo lugar.
El acuerdo de 2015 se diseñó para evitar que Irán desarrollara de forma encubierta una bomba nuclear, un objetivo que la república islámica siempre ha negado.
Los esfuerzos para que Irán y Estados Unidos vuelvan a adherirse al acuerdo se han estancado.