Un funcionario de alto rango del régimen islámico denominó la concentración militar estadounidense en la región como una “guerra psicológica” el domingo, y dijo que Estados Unidos no iniciará una guerra total por temor a provocar un ataque de Irán contra Israel.
“El despliegue de las fuerzas militares de los Estados Unidos en el Golfo Pérsico es más de la naturaleza de una guerra psicológica. No están listos para una guerra, especialmente cuando Israel está dentro de nuestro alcance”, dijo el domingo, Ali Motahhari, el vicepresidente del Parlamento iraní, según la agencia de noticias FARS.
Además de sus propios misiles, Hezbolá en el Líbano y la Jihad Islámica Palestina en la Franja de Gaza, ambas organizaciones terroristas financiadas por Irán, tienen cientos de miles de cohetes que podrían amenazar a Israel en un conflicto futuro.
Yuval Steinitz, el ministro de energía de Israel, cercano aliado del primer ministro Benjamin Netanyahu, advirtió el domingo anterior que las crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán en el Golfo Pérsico podrían llevar a la República Islámica a lanzar un ataque con misiles contra Israel.

“Si hay algún tipo de conflagración entre Irán y Estados Unidos, entre Irán y sus vecinos, no estoy descartando que activen a Hezbolá y la Jihad Islámica desde Gaza, o incluso que intentarán disparar misiles desde Irán a la Estado de Israel”, dijo Steinitz a Ynet TV de Israel.
Hezbolá y la Jihad Islámica son grupos terroristas patrocinados por Irán en las fronteras de Israel, los primeros activos en Siria y el Líbano y los últimos en los territorios palestinos.
El ejército de Israel no quiso hacer comentarios cuando se le preguntó si estaba haciendo preparativos para posibles amenazas relacionadas con el enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos.
Israel ha intercambiado golpes con las fuerzas iraníes en Siria, así como con Hezbolá en el Líbano y los terroristas palestinos. Pero no ha peleado una guerra abierta con Irán, un país al otro lado del Medio Oriente.

Los comentarios de Motahhari se hacen eco de los del jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, el General de División Hossein Salami, quien rechazó el despliegue del USS Lincoln por parte del Pentágono como una estratagema, y les dijo a los legisladores en una sesión parlamentaria en Teherán que era parte de la actividad militar estadounidense.
“El comandante Salami, con atención a la situación en la región, presentó un análisis de que los estadounidenses iniciaron una guerra psicológica porque las idas y venidas de sus fuerzas armadas son un asunto normal”, dijo Reuters al portavoz del liderazgo parlamentario Behrouz Nemati, quien resumió las declaraciones de Salami al sitio de noticias ICANA del parlamento.
Mientras tanto, el jefe de la división aeroespacial de la Guardia dijo que la aerolínea no era una amenaza, sino un objetivo para los iraníes.
“Un portaaviones que tiene al menos 40 a 50 aviones y 6.000 fuerzas reunidas en su interior fue una seria amenaza para nosotros en el pasado, pero ahora es un objetivo y las amenazas han cambiado a oportunidades”, dijo Hajizadeh.
“Si (los estadounidenses) hacen un movimiento, los golpearemos en la cabeza”, agregó, según Reuters.