En la mañana del lunes, se llevó a cabo la ejecución de Arvin Nathaniel Ghahremani, un joven iraní judío, en Irán. Este hecho se reportó por un organismo defensor de los derechos humanos después de dos años de esfuerzo de su familia y de la comunidad judía local para evitarlo. La confirmación fue proporcionada por el sitio web Mizan Online del poder judicial iraní.
Ghahremani, de tan solo 20 años, fue ahorcado en la prisión central de Kermanshah tras ser hallado culpable de asesinato en el contexto de una pelea callejera. Según el grupo de Derechos Humanos de Irán, que tiene sede en Noruega, el incidente ocurrió en 2022.
El director del IHR, Mahmood Amiry-Moghaddam, comentó: “En medio de las amenazas de guerra con Israel, la República Islámica ejecutó a Arvin Ghahremani, un ciudadano judío iraní”. Agregó que el caso tenía “defectos importantes” en el proceso legal.
Condiciones de la ejecución y reacciones familiares en Irán
Amiry-Moghaddam también declaró que, además de los problemas legales, el hecho de que Arvin fuera judío influyó de manera significativa en su ejecución, destacando el antisemitismo institucionalizado dentro del régimen iraní. En el incidente que llevó a su condena, Ghahremani alegó defensa propia ante un ataque con cuchillo.
La madre de Arvin, Sonia Saadati, había solicitado clemencia para su hijo, y su familia instó a los parientes de la víctima, Amir Shokri, a aceptar una compensación económica bajo la ley islámica, una alternativa a la pena capital. No obstante, Mizan reportó que la familia de Shokri se negó a consentir.
La legislación iraní establece que una vez que una persona es condenada por asesinato intencional, la única forma de evitar la pena de muerte es mediante el perdón por parte de la familia de la víctima. A principios de este año, se informó que la familia de Shokri había sido presionada para rechazar el acuerdo financiero.
Implicaciones legales y el contexto judío en Irán
La razón detrás de la oposición a aceptar el acuerdo se relacionó con el origen judío de Ghahremani. Aunque la ejecución de Ghahremani estaba programada inicialmente para mayo, fue suspendida en el último minuto. La condena se fundamentó en el código penal iraní, que establece normas de justicia retributiva, conocidas como “Qisas” en el Corán.
Según la defensa, tanto Ghahremani como Shokri estaban haciendo ejercicio en un gimnasio antes de que este último le exigiera dinero y luego lo apuñalara. Ghahremani logró desarmarlo y lo apuñaló en defensa propia, causando su muerte. La familia de Arvin sostiene que el juicio ignoró evidencias importantes que podrían haber influido en el veredicto.
Human Rights Watch (HRW) subraya que la legislación iraní permite la pena de muerte si un no musulmán asesina a un musulmán. Sin embargo, no se imponen castigos equivalentes si un musulmán asesina a un no musulmán, lo que suscita críticas sobre la discriminación hacia las minorías en el país.
Historia de la comunidad judía y su relación con el régimen iraní
Antes de la Revolución Islámica de 1979, la población judía en Irán superaba los 100.000 individuos; sin embargo, un censo de 2016 indicó que esa cifra había disminuido a menos de 10.000. Aunque muchos judíos fueron ejecutados tras la revolución, la muerte de un judío iraní por orden del régimen no se había visto en años recientes.
Irán mantiene una postura abiertamente hostil hacia el Estado de Israel, apoyando financieramente a grupos terroristas como Hezbolá y Hamás, que comparten el objetivo de destruir Israel. A veces, figuras destacadas de la comunidad judía en Irán hacen declaraciones antiisraelíes que reflejan la agenda del régimen.
En abril de este año, Irán llevó a cabo un ataque con misiles sin precedentes contra Israel, seguido de otro ataque el mes pasado, en medio de las hostilidades entre Israel y los grupos terroristas respaldados por la República Islámica. La guerra en Gaza comenzó el 7 de octubre de 2023, tras un ataque de Hamás que se saldó con la muerte de aproximadamente 1.200 personas y la toma de 251 rehenes.