La misión de Irán ante las Naciones Unidas advirtió el viernes que una “agresión militar a gran escala” de Israel en Líbano contra Hezbolá resultaría en una “guerra devastadora”.
Misiones diplomáticas y advertencias de conflicto en Medio Oriente
Esta declaración se produjo después de que las Fuerzas de Defensa de Israel atacaran varias posiciones de Hezbolá en respuesta a un bombardeo del grupo terrorista respaldado por Irán en el norte de Israel, en medio de crecientes tensiones en la frontera libanesa.
En un artículo publicado en X, la misión iraní afirmó que si Israel iniciara una guerra contra Hezbolá, “todas las opciones, incluida la plena participación de todos los frentes de resistencia, están sobre la mesa”. El “Eje de Resistencia” de Irán, que incluye a Hezbolá, Hamás, los hutíes de Yemen y otros grupos en Siria e Irak, ha estado atacando a Israel desde el 7 de octubre, cuando miles de terroristas liderados por Hamás irrumpieron en el sur de Israel, matando a 1.200 personas y tomando 251 rehenes, lo que desencadenó la guerra en Gaza.
El 14 de abril, Irán lanzó un ataque con misiles y drones contra Israel, en represalia por un supuesto ataque aéreo israelí cerca de la embajada de Teherán en Damasco, que mató a varios oficiales de alto rango del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. Este ataque iraní fue casi totalmente repelido por Israel, Estados Unidos y otros aliados, aunque una niña de siete años resultó gravemente herida.
Evacuaciones y tensiones crecientes en la frontera norte de Israel
Tras la masacre del 7 de octubre, Israel evacuó gran parte de su zona norte por temor a un ataque similar de Hezbolá, el brazo armado de Irán en Líbano. Actualmente, unos 60.000 residentes del norte de Israel siguen desplazados mientras el país intenta expulsar al grupo terrorista de su frontera norte.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos liderados por Estados Unidos, el grupo terrorista no se ha retirado más allá del río Litani, como estipula la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que puso fin al conflicto entre Israel y Hezbolá en 2006. Las tensiones han ido en aumento, y un funcionario estadounidense citado por Politico advirtió que el riesgo de guerra es mayor que en semanas anteriores, señalando que un ataque importante de cualquiera de los bandos podría desencadenar un conflicto con “poco aviso”.
En un discurso del 19 de junio, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirmó que “ningún lugar” en Israel se salvaría en caso de una guerra a gran escala, prometiendo luchar “sin reglas” y “sin límites”. También amenazó a Chipre por permitir que Israel use su territorio para ejercicios militares y señaló que las plataformas de gas costa afuera de Israel podrían ser objetivos.
Hezbolá mantiene postura desafiante mientras Israel se prepara
En una ceremonia en memoria del comandante de Hezbolá, Taleb Abdullah, Nasrallah subrayó que el grupo no busca una “guerra total”, sino que actúa en apoyo a Hamás. “Seguiremos apoyando a Gaza y estamos dispuestos a todo. No tenemos miedo”, afirmó. “Nuestra exigencia es clara: un alto el fuego completo y permanente en Gaza”.
Por su parte, los líderes de seguridad israelíes prefieren una resolución diplomática al conflicto, pero están preparando al ejército para una posible guerra. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, hablando el viernes ante las tropas en una batería de defensa aérea de la Cúpula de Hierro en el norte de Israel, declaró que el país “no busca la guerra”, pero se está preparando militarmente por si fuera necesario. “La alternativa política siempre es mejor”, añadió Gallant.