El organismo de control nuclear de la ONU informó el lunes de que no se habían producido avances en las conversaciones con Irán sobre cuestiones delicadas como la reinstalación de cámaras de vigilancia y la explicación de los rastros de uranio en emplazamientos no declarados, según dos informes trimestrales vistos por Reuters.
Al mismo tiempo, las reservas iraníes de uranio enriquecido hasta el 60% de pureza, cerca de la calificación para armas, siguieron creciendo en comparación con el trimestre anterior, aunque a un ritmo más lento, a pesar de que parte de ellas se han diluido, según mostró uno de los informes confidenciales del Organismo Internacional de Energía Atómica a los Estados miembros.
“El director general (del OIEA) (Rafael Grossi) lamenta que no se haya avanzado en la resolución de las cuestiones de salvaguardias pendientes en este periodo de información”, decía un informe, en referencia a la incapacidad de Irán para explicar de forma creíble el origen de las partículas de uranio halladas en dos emplazamientos no declarados.
Tensiones con Occidente
Los informes, enviados a los Estados miembros del OIEA antes de la reunión trimestral de la Junta de Gobernadores del OIEA, compuesta por 35 países, que se celebrará la próxima semana, también indicaban que, tras los escasos avances logrados en la reinstalación de las cámaras de vigilancia del OIEA en el trimestre anterior, desde entonces no se ha producido ninguno, lo que ha aumentado aún más las tensiones con las potencias occidentales.
Irán y el OIEA anunciaron en marzo un acuerdo para volver a instalar las cámaras de vigilancia introducidas en virtud de un acuerdo con las principales potencias en 2015, pero retiradas a instancias de Irán el año pasado. Solo se ha instalado una fracción de las cámaras y otros dispositivos de vigilancia que el OIEA quería instalar.