Según una fuente de los medios de comunicación estadounidenses el domingo, Irán se está preparando para enviar misiles y aviones no tripulados para complementar las existencias cada vez menores de Rusia mientras invaden Ucrania.
El Washington Post informó de que Irán está preparando su primera entrega de misiles balísticos de corto alcance a Rusia durante la guerra, que incluirá misiles Fateh-110 y Zolfaghar, capaces de alcanzar objetivos a 300 y 700 kilómetros de distancia, respectivamente. El Washington Post citó a dos funcionarios no identificados de un aliado de Estados Unidos que habían sido informados de la situación.
Irán también se está preparando para proporcionar más aviones no tripulados, como “docenas” de Mohajer-6 y los aviones no tripulados “kamikaze” Shahed-136, que pueden volar hasta 2.400 kilómetros y lanzar explosivos sobre sus objetivos antes de colisionar.
Según el periódico, la información fue compartida con funcionarios estadounidenses y ucranianos. Los servicios de inteligencia de Irán, Rusia y Estados Unidos guardaron silencio sobre el informe.
El Mohajer-6 y el Shahed-136 estaban empezando a ser suministrados por Irán a Rusia, según las mismas fuentes que informaron a The Washington Post en agosto.
Desde entonces, Ucrania ha aportado pruebas de que los ataques rusos en todo el país se llevaron a cabo con drones que aparentemente fueron construidos en Irán, pero que habían sido pintados y dotados de identidades rusas. Los funcionarios de defensa estadounidenses también han reconocido abiertamente que Rusia ha estado utilizando drones iraníes, y que algunos de los vehículos aéreos no tripulados han sido derribados con éxito por las fuerzas ucranianas.
Nachman Shai, de la Diáspora, instó al gobierno a dar ayuda militar a Kiev en reacción a la información de que el adversario de Israel en la zona estaba suministrando armas a Moscú.
“La posición de Israel en esta lucha mortal está ahora clara para todos. Ha llegado el momento de que Ucrania tenga también apoyo militar, al igual que Estados Unidos y otros miembros de la OTAN”, dijo en Twitter.
Israel ha rechazado con frecuencia las demandas de Kiev de equipamiento militar, en particular sistemas de defensa antimisiles que podrían utilizarse para evitar los bombardeos rusos, a pesar de haber expresado su simpatía por la situación del país y de haber enviado envíos de ayuda humanitaria a Ucrania en varias ocasiones.
Debido al control de Rusia sobre el espacio aéreo sirio, donde la fuerza aérea israelí ha realizado cientos de vuelos contra envíos de armas iraníes y para evitar que las fuerzas respaldadas por Teherán se afiancen, la negativa se considera un esfuerzo de Jerusalén por mantener los lazos de cooperación con Moscú.
Los ataques aéreos israelíes han pasado casi siempre desapercibidos para Rusia, pero las relaciones entre Jerusalén y Moscú se han resentido por la condena de Israel a la invasión de su vecino.
Hossein Amir-Abdollahian, ministro de Asuntos Exteriores de Irán, subrayó el sábado que su país “no ha dado ni dará ningún arma para que se utilice en la batalla de Ucrania” y refutó las afirmaciones de que Moscú estaba recibiendo armas de Teherán.
En una conversación telefónica con su homólogo portugués, Joao Gomes Cravinho, el ministro de Asuntos Exteriores iraní declaró: “Creemos que el armamento de cualquiera de las partes en litigio prolongaría la guerra”.
Amir-Abdollahian declaró: “No hemos contemplado y no consideramos que la guerra sea el camino adecuado ni en Ucrania ni en Afganistán, Siria y Yemen”.
La actitud oficial de neutralidad de Irán respecto al conflicto iniciado hace casi ocho meses fue subrayada por Amir-Abdollahian en otra conversación telefónica con el responsable de política exterior de la UE, Josep Borrell, el viernes.
Con respecto a la crisis en Ucrania, dijo: “Tenemos una cooperación en materia de defensa con Rusia, pero nuestra política es no dar armas a los combatientes, poner fin a la lucha y detener el desplazamiento de personas”.
El mes pasado, Ucrania denunció a Irán por regalar a los militares rusos drones de ataque y declaró que tomará medidas diplomáticas contra la República Islámica, retirando las credenciales de su embajador y reduciendo drásticamente el personal de la embajada.
Desde el inicio del conflicto, Rusia ha perdido más de 6.000 equipos, según el subdirector de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Morgan Muir. En consecuencia, Moscú se ve obligado a recurrir a regímenes parias, como Corea del Norte e Irán, para obtener suministros militares, además de la presión impuesta por las sanciones occidentales.