La República Islámica de Irán ha exigido que algunas familias paguen el costo de las balas utilizadas para matar a sus familiares durante las protestas antigubernamentales en todo el país, ya que se calcula que el número de muertos sigue aumentando.
La ONG de derechos humanos Amnistía Internacional informó de que las autoridades iraníes exigirían el pago de las balas o una indemnización por los bienes destruidos al devolver los cuerpos de las víctimas a sus familias. También se ha advertido a las familias que no deben celebrar funerales ni hablar con los medios de comunicación. En muchos casos, los cuerpos de las víctimas no han sido devueltos a sus familias.
Según la última actualización de la ONG, el número de víctimas mortales reportado es de al menos 161 manifestantes, aunque “el número real de víctimas mortales probablemente sea significativamente mayor”. El sitio web de la oposición iraní Kalemeh reportó un número estimado de muertos de 366 manifestantes, aunque los informes más recientes del sitio implican que el número de muertos es aún mayor, según Radio Farda.
Algunos funcionarios iraníes han comenzado a admitir que algunos manifestantes pueden haber sido “maltratados y asesinados”, aunque “actualmente no es posible confirmar o refutar tales informes con ningún grado de certeza”, según el comandante del CGRI Mohammad Reza Yazdi.
El Internet fue interrumpido en el país durante parte de las protestas. A medida que se restauró Internet, empezaron a aparecer videos que mostraban el alcance de la violencia utilizada contra los manifestantes, y en algunos casos se utilizaron ametralladoras pesadas montadas contra los manifestantes. Más de 7.000 personas pueden haber sido arrestadas durante las protestas, según Radio Farda.
El domingo comenzó la inscripción de candidatos para las próximas elecciones parlamentarias en Irán, previstas para el 21 de febrero de 2020. Todos los candidatos deben ser aprobados por el Consejo de Guardianes.