El experto en seguridad y asuntos estratégicos, Faiz Al-Asmar, afirmó en una entrevista con el canal saudí Al-Hadath que el retraso de Irán en su ataque ha debilitado su posición al perder el elemento sorpresa, lo que ha beneficiado a Israel.
Según Al-Asmar, la demora de Irán y Hezbolá en responder a las muertes de Ismail Haniyeh y Fuad Shukr ha permitido a Israel y a Estados Unidos reforzar su posición en la región.
Durante este tiempo, un buque de guerra ha llegado a la zona, lo que ha permitido a ambas naciones aumentar su poderío y desplegar medidas defensivas para contrarrestar un eventual ataque. “Irán ha perdido esencialmente el elemento más crucial en la guerra moderna, que es la sorpresa”, subrayó.
El analista también destacó que “las declaraciones de los líderes iraníes son parte de una guerra de propaganda destinada a generar temor y ansiedad entre los israelíes”.
Al-Asmar considera que la respuesta de Irán a las muertes de Haniyeh y Shukr está bajo una intensa presión. Por un lado, Irán busca vengarse de Israel y restaurar su prestigio ante el “Eje de la Resistencia” y su propio pueblo; sin embargo, teme que su respuesta pueda ser insuficiente y desencadene una escalada mayor.
Sobre el momento en que Irán y Hezbolá podrían responder, Al-Asmar explicó que no se ha tomado una decisión definitiva. “Es posible que la respuesta ocurra simultáneamente, considerando las diferencias de tiempo y distancia. Hay factores tácticos y evaluaciones sobre el terreno que influyen en la planificación de la respuesta”, afirmó.
Al concluir la entrevista, Al-Asmar subrayó que “cualquier ataque contra Israel podría alterar las reglas del juego actuales”. Recordó que Israel bombardea diariamente localidades del sur del Líbano, lo que demuestra que las reglas no están claramente definidas.
Sin embargo, si Hezbolá intensifica sus ataques contra objetivos clave israelíes, como la sede de la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel, el Ministerio de Defensa o el yacimiento petrolífero ‘Karish’ en el Mediterráneo, Israel podría responder de manera contundente, arriesgando una escalada que arrastre a Beirut a un conflicto similar al de Gaza.