Un asesor del presidente del Parlamento de Irán dijo el viernes que la decisión de Marruecos de normalizar las relaciones con Israel era una “traición y una puñalada por la espalda” a los palestinos.
“El anuncio por parte de Marruecos de normalizar las relaciones con la falsa entidad que ocupa Jerusalén es una traición y una puñalada por la espalda de la resistencia palestina”, tuiteó Hossein Amir-Abdollahian, asesor en asuntos internacionales y ex viceministro de Asuntos Exteriores.
Amir-Abdollahian añadió que “los sionistas no tendrán futuro en la región”.
Sus comentarios marcaron un raro ejemplo de un país de la región que se opone al acuerdo mediado por el presidente de EE.UU. Donald Trump el jueves. Hasta ahora, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Omán han elogiado el acuerdo, mientras que otros gobiernos, incluida la Autoridad Palestina, han guardado silencio. Los grupos terroristas de Hamás y de la Jihad Islámica en Gaza se han opuesto con vehemencia al anuncio.
Entre los que han elogiado los vínculos, Omán es el único que no tiene relaciones diplomáticas con Israel. En los últimos meses, se ha rumoreado que Muscat es un posible candidato para ello e incluso envió a su embajador a la ceremonia de firma de los Acuerdos de Abraham en la Casa Blanca en septiembre. Sin embargo, el liderazgo del país – como el de Arabia Saudita – ha insistido en que su compromiso con el estado palestino es sacrosanto.
No obstante, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Omán emitió un comunicado el jueves en el que acogía con satisfacción “el reconocimiento por parte de EE.UU. del Sáhara Occidental como parte de Marruecos y el anuncio del Rey Mohammed VI sobre la normalización con Israel”.
Muscat expresó su esperanza de que el último acuerdo “refuerce los esfuerzos hacia una paz duradera y justa en Oriente Medio”.
Marruecos rompió los lazos con Irán en 2018, acusando a Teherán de proporcionar fondos, entrenamiento y armas a los combatientes independentistas del Frente Polisario en el disputado Sáhara Occidental, territorio sobre el que Trump reconoció la soberanía marroquí a cambio del acuerdo de Rabat para normalizar los lazos con Israel.
Marruecos e Irán solo recientemente habían restablecido las relaciones después de años de enemistad derivada del apoyo de Marruecos a la monarquía sunita de Bahréin, que sofocó un levantamiento de la Primavera Árabe de 2011 apoyado por la mayoría chiíta de ese país.
En respuesta al refugio que Marruecos dio al depuesto sha, Irán cultivó estrechos vínculos con el Polisario en los años inmediatamente posteriores a su revolución islámica de 1979. Pero Teherán niega haber apoyado el movimiento independentista en el Sahara Occidental desde entonces.