Un presunto complot para secuestrar a un periodista iraní-israelí fue frustrado cuando un intermediario rechazó participar, según informes. Las fuerzas paramilitares iraníes planeaban atraer al periodista a Turquía y trasladarlo de contrabando a Irán, pero el plan fue abandonado tras la negativa del reclutado, informó IranWire.
El corresponsal de Iran International, Babak Itzhaki, quien trabaja para este medio disidente con sede en Londres, habría sido el objetivo del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). De acuerdo con las fuentes, el CGRI intentó que Mohammad Hashemzadeh, un ex prisionero político que conocía a Itzhaki, colaborara para atraer al periodista y a un colega a una ciudad fronteriza en Turquía.
Hashemzadeh, actualmente en custodia en Armenia, se negó a participar y denunció el intento a otro periodista iraní. Este último declaró al Canal 12 que Hashemzadeh afirmó: “Esperan que lleve a Babak a Turquía y de allí lo traerán a Irán”.
Itzhaki expresó que no estaba sorprendido por este plan, señalando al mismo medio: “No es la primera vez ni será la última que intentan secuestrarme. Amenazan a todos los empleados de Iran International en el mundo”. En 2022, ya había sido blanco de un operativo descubierto por la agencia israelí Shin Bet, en el cual cuatro israelíes fueron reclutados por la inteligencia iraní para realizar espionaje.
El periodista ha entrevistado a líderes como el primer ministro Benjamin Netanyahu y al expresidente Moshe Katsav. En declaraciones a Ynet, Itzhaki elogió la protección brindada por los servicios de seguridad israelíes, pero lamentó la falta de apoyo por parte de los ministerios gubernamentales. Según afirmó, ningún funcionario se ha comunicado con él sobre este último complot.
Además, resaltó la importancia de Iran International como una amenaza única para el régimen iraní. “Transmitimos a Irán a través de 15 satélites; incluso en los pueblos más remotos pueden vernos. El régimen quiere silenciarnos, pero seguiremos exponiendo la verdad”, declaró.
El año pasado, Israel advirtió al Reino Unido sobre posibles ataques contra periodistas de Iran International, lo que llevó al traslado de sus estudios de Londres a Washington, DC. Aunque en septiembre la estación reanudó operaciones en una nueva ubicación en Londres, continúa enfrentando amenazas del régimen iraní, que la ha calificado como organización terrorista.