Un tribunal de la provincia iraní de Hormozgan confirmó la incautación de un petrolero extranjero en el Golfo de Omán bajo cargos de transportar 2 millones de litros de combustible sin documentación legal.
La información fue proporcionada por el presidente del Tribunal Supremo provincial, Mojtaba Ghahremani, a la agencia semioficial Mehr. Las autoridades realizaron la detención tras identificar movimientos irregulares durante una operación de vigilancia marítima.
La inspección del buque se produjo como parte de un operativo centrado en detectar actividades vinculadas al contrabando de combustible. Al momento del abordaje, el petrolero no contaba con registros legales sobre su carga. Según Ghahremani, 17 tripulantes fueron arrestados y se abrió una causa penal en la fiscalía del condado de Jask. No se divulgó el nombre del buque ni el país bajo cuya bandera navegaba.
Irán mantiene controles estrictos sobre la venta y transporte de combustible debido a sus bajos precios internos, que son resultado de subsidios estatales y devaluación monetaria. Esta política ha incrementado el contrabando tanto por rutas terrestres hacia países vecinos como por vía marítima hacia otros estados del Golfo. Las autoridades han señalado que esta actividad afecta directamente los recursos energéticos nacionales.
En una declaración recogida por la agencia Mehr, Ghahremani advirtió que “las acciones de los contrabandistas de combustible que, en coordinación con los extranjeros, intentan saquear la riqueza nacional no permanecerán ocultas al poder judicial y el castigo de los perpetradores, si se prueban sus crímenes, será sin indulgencia”. El contenido del buque está siendo sometido a pruebas de laboratorio, mientras se revisan los documentos incautados.
El operativo ocurre meses después de que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán interceptara dos buques de bandera tanzana en circunstancias similares. Esos petroleros, que transportaban 1,5 millones de litros de diésel, fueron trasladados al puerto de Bushehr para someterlos a procedimientos judiciales. Los buques, identificados como Sea Ranger y Salama, contaban con una tripulación total de 25 personas de nacionalidad extranjera.