Irán realizó un vuelo suborbital de su cohete Ghased el 21 de julio de 2025 para evaluar nuevas tecnologías espaciales, según medios estatales.
Prueba del cohete Ghased y avances tecnológicos
Irán llevó a cabo un vuelo suborbital de su cohete portador de satélites Ghased el 21 de julio de 2025, el primero desde el alto el fuego que puso fin a un conflicto de 12 días con Israel en junio de 2025. La prueba evaluó nuevas tecnologías para la industria espacial iraní, con resultados destinados a mejorar las funciones de satélites y sistemas espaciales. El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) desarrolló el Ghased, un cohete de combustible sólido y líquido, utilizado por primera vez en 2020 para poner en órbita un satélite militar.
El lanzamiento tuvo lugar tras tensiones regionales derivadas de la guerra de junio, en el que Estados Unidos atacó instalaciones nucleares iraníes. La agencia oficial de noticias IRNA informó sobre el evento, pero no especificó el lugar de lanzamiento ni detalles de las tecnologías evaluadas. Irán efectúa lanzamientos periódicos de cohetes con el objetivo de desplegar satélites en órbita.
En septiembre de 2024, el CGRI lanzó un satélite con un cohete Qased, lo que demuestra esfuerzos sostenidos por perfeccionar sistemas de lanzamiento espacial. El Ghased, basado en un misil balístico de alcance medio Ghadr en su primera etapa y con etapas superiores de combustible sólido, permite validar sistemas de separación y guiado inercial. Estos avances respaldan los objetivos del programa espacial iraní, centrados en mejorar la funcionalidad de satélites.
El vuelo suborbital representa un paso controlado dentro del desarrollo aeroespacial iraní, con énfasis en tecnologías aplicables al despliegue de satélites y operaciones orbitales. La ausencia de detalles sobre el lugar de lanzamiento o la carga útil revela un enfoque estratégico orientado al control de información, en concordancia con actividades anteriores del programa espacial iraní. La prueba responde a un patrón de lanzamientos sucesivos que buscan mantener y actualizar la infraestructura espacial.
Datos clave sobre la prueba del cohete Ghased
- Irán efectuó la prueba suborbital del Ghased el 21 de julio de 2025 con el objetivo de evaluar nuevas tecnologías espaciales.
- El cohete Ghased, desarrollado por el CGRI, emplea una primera etapa derivada del misil Ghadr y etapas superiores de combustible sólido.
- La prueba se llevó a cabo tras un alto el fuego posterior al conflicto con Israel en junio de 2025.
- Medios estatales no revelaron el lugar de lanzamiento ni detalles específicos de la carga útil.
Implicaciones en la industria de misiles balísticos
El programa espacial iraní, incluida la prueba del Ghased, comparte tecnologías con el desarrollo de misiles balísticos, lo que provoca inquietud en Occidente por posibles aplicaciones militares. Los vehículos de lanzamiento espacial como el Ghased incorporan sistemas de propulsión, guiado y separación similares a los de misiles balísticos, incluidos los misiles balísticos intercontinentales (ICBM). Un informe de inteligencia estadounidense de 2024 indicó que el trabajo de Irán con cohetes como el Simorgh y Qased podría reducir el tiempo necesario para desarrollar un ICBM.
El sistema de combustible híbrido del Ghased, que combina propelentes sólidos y líquidos, incrementa su fiabilidad y capacidad de carga, cualidades aplicables tanto a lanzamientos satelitales como a misiles. La primera etapa, basada en el misil Ghadr, permite la validación de sistemas de separación de etapas y guiado, aspectos esenciales para la precisión de misiles de largo alcance. Los lanzamientos espaciales iraníes evidencian mejoras en estas áreas, como el lanzamiento de un satélite de 60 kg a una órbita de 550 km en septiembre de 2024.
El programa de misiles balísticos de Irán, el más amplio de Oriente Medio, prioriza la precisión, letalidad y fiabilidad de sus misiles. La prueba suborbital del Ghased probablemente permitió validar avances en navegación inercial y separación de etapas, aplicables a objetivos espaciales y militares. Analistas occidentales sostienen que estas pruebas vulneran la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que restringe las actividades de misiles balísticos de Irán, aunque el país asegura que sus programas tienen fines civiles.
Lanzamientos anteriores, como el del cohete Simorgh en enero de 2024, que colocó tres satélites en órbita, demuestran la capacidad de Irán para gestionar cargas más pesadas, con el lanzamiento de diciembre de 2024 situando 300 kg en órbita terrestre baja. Estos logros reflejan avances en diseño de cohetes y entrega de cargas, directamente aplicables a sistemas de misiles balísticos, a pesar de las afirmaciones de Irán sobre objetivos civiles.
Contexto histórico de los programas espacial y de misiles
El programa espacial iraní alcanzó hitos significativos en la década de 2000, con el primer lanzamiento satelital exitoso en 2009 mediante el cohete Safir. La participación del CGRI aumentó con la introducción del cohete Qased en 2020, que colocó un satélite militar en órbita. El Ghased, una evolución del Qased, incorpora sistemas avanzados de propulsión y guiado. El lanzamiento del satélite Noor-3 en septiembre de 2023 consolidó el rol del CGRI en operaciones espaciales.
La guerra de junio de 2025, que provocó 1.100 muertes iraníes y 28 en Israel, interrumpió los programas espacial y de misiles debido a ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares. La prueba del Ghased marca la reanudación de actividades aeroespaciales, con Irán enfocado en avances tecnológicos pese a presiones externas. El carácter suborbital de la prueba sugiere que el objetivo consistió en perfeccionar sistemas sin ejecutar un lanzamiento orbital completo, posiblemente para optimizar recursos o verificar componentes específicos.
La prueba del cohete Ghaem-100 en noviembre de 2022, un vehículo de combustible sólido de tres etapas, tuvo como propósito colocar satélites de 80 kg en órbitas de 500 km. Esa prueba, al igual que la del Ghased en 2025, se orientó a la validación suborbital de nuevas tecnologías. Los fracasos previos en lanzamientos, atribuidos a fallos técnicos, propiciaron mejoras en la fiabilidad de cohetes, observables en los éxitos de 2024.
La convergencia tecnológica entre los programas espacial y de misiles balísticos continúa como un aspecto relevante para la comunidad internacional. Las tecnologías desarrolladas para lanzamientos satelitales, como las evaluadas con el Ghased, fortalecen de manera directa la capacidad de Irán para fabricar misiles más precisos y de mayor alcance, capaces de alcanzar objetivos más allá de Oriente Medio. El informe de inteligencia estadounidense de 2024 resaltó que los avances en vehículos de lanzamiento espacial podrían acelerar el desarrollo de un ICBM si Irán decidiera emprender ese camino.