El ejército de Irán declaró el sábado que los misiles iraníes fueron probados solo con “fines defensivos”, después de que funcionarios estadounidenses declararan que la República Islámica de Irán había probado un misil balístico de mediano alcance en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad.
El poder de los misiles de la República Islámica de Irán es totalmente defensivo, no contra ningún país, y solo para responder a posibles agresiones contra la integridad territorial del país”, dijo a Fars una fuente anónima, añadió que “Irán no necesita el permiso de nadie para mantener su capacidad defensiva”.
El jueves, el ejército estadounidense le dijo al New York Times que Teherán llevó a cabo el miércoles un lanzamiento de prueba del misil Shahab-3. El misil fue lanzado desde el sur de Irán y voló unos 1.100 kilómetros al este de Teherán, según el informe.
Una fuente militar estadounidense dijo que el misil no representaba una amenaza para los activos de Estados Unidos o de Occidente en la región y que las autoridades estadounidenses estaban monitoreando de cerca las actividades previas al lanzamiento.
El informe afirma que la prueba de misiles “parece ser una declaración política de Irán, que actúa como un esfuerzo de escalada cuidadosamente calibrado y como un mensaje para Europa” y que “debería llevar a Irán a no abandonar su propia flota de misiles”.
A principios de este mes, la Junta de Supervisión de las Naciones Unidas confirmó que Irán ha enriquecido uranio más allá del límite establecido en el acuerdo nuclear de 2015 que el presidente estadounidense Donald Trump abandonó el año pasado. Desde entonces, los firmantes europeos han intentado salvar el Acuerdo.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, dijo la semana pasada a NBC News que si Estados Unidos quiere hablar de los misiles de Irán, “primero debemos dejar de vender todas estas armas, incluidos los misiles, a nuestra región”.
Zarif parece haber ofrecido un alto precio por tales negociaciones, una interrupción en los envíos de armas de Estados Unidos a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, dos aliados clave de Estados Unidos en el Golfo Pérsico. Según él, el año pasado los Emiratos Árabes Unidos gastaron 22.000 millones de dólares en armas, mientras que Arabia Saudita gastó 67.000 millones de dólares, muchas de ellas de origen estadounidense, mientras que Irán gastó solo 16.000 millones de dólares.
Irán declaró más tarde que estas observaciones tienen por objeto poner en tela de juicio la política de Washington sobre el comercio de armas en la región, y no indicar su voluntad de participar en tales negociaciones.
Irán ha rechazado desde hace mucho tiempo las negociaciones sobre su programa de misiles.
El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo la semana pasada que algunos países responderían a la amenaza de Irán solo después de que los misiles nucleares cayeran en suelo europeo, después de que la Unión Europea dijera que las recientes violaciones del acuerdo nuclear de Irán no eran lo suficientemente graves como para exigir nuevas sanciones.