Nuevas imágenes satelitales han revelado que Irán encubrió los daños significativos causados al sistema de defensa aérea de su complejo nuclear de Natanz, al sur de Teherán, tras un ataque de represalia ejecutado por Israel la semana pasada.
Según un informe de The Economist, que cita al analista de imágenes Chris Biggers, Israel aparentemente atacó un radar específico, el 30n6e2 “Tombstone”, esencial para rastrear amenazas aéreas y de misiles.
El informe detalla que, tras el ataque, el resto de la batería de defensa aérea fue retirada, presumiblemente en anticipación a futuros ataques.
Biggers compartió imágenes que muestran que, al día siguiente del ataque, Irán reemplazó el radar “Tombstone” dañado por un modelo diferente, el 96l6e “Cheeseboard”, y lo colocó en la misma ubicación. Además, se observó que los cartuchos de los lanzadores de interceptores se mantenían en posición vertical, simulando estar operativos.
Biggers resumió sus hallazgos diciendo: “Es un caso de negación y engaño, sugerir que el sitio todavía está operativo”. El análisis concluye que es casi seguro que el sitio no está funcional, dado que los dos tipos de radares no son intercambiables y el sistema de defensa no puede operar con un radar “Tombstone” dañado.
Adicionalmente, a principios de esta semana se difundieron nuevas imágenes satelitales que muestran los daños sufridos por una base militar en Isfahán, también en Irán, debido a lo que se presume fue otro ataque de represalia israelí. Las imágenes muestran la base antes y después del ataque, evidenciando la magnitud de los daños.