Un funcionario iraní atribuyó a un país extranjero el ciberataque que paralizó las gasolineras de todo el país el martes, mientras las autoridades decían que el problema se estaba resolviendo y la distribución de combustible se estaba reanudando en todo el país.
El ataque bloqueó el sistema informático que permite a los iraníes llenar sus depósitos de forma gratuita o a precios subvencionados con una tarjeta digital emitida por las autoridades, lo que provocó largas colas y frustración al quedarse los automovilistas sin combustible.
Un alto funcionario iraní dijo el miércoles que el ciberataque afectó a las 4.300 gasolineras de la República Islámica. Sin embargo, según la agencia de noticias estatal IRNA, el 80% de las gasolineras iraníes habían comenzado a vender combustible de nuevo el miércoles por la mañana, dijo el funcionario.
Abolhassan Firoozabadi, un alto funcionario del Consejo Supremo del Ciberespacio de Irán, dijo a la emisora estatal IRIB que el ataque había sido aparentemente llevado a cabo por un país extranjero, aunque era demasiado pronto para nombrar a los sospechosos. También relacionó el ataque con otro que tuvo como objetivo el sistema ferroviario iraní en julio, en comentarios recogidos por la IRNA.
“Existe la posibilidad de que el atentado, al igual que otro anterior contra el sistema ferroviario, haya sido realizado desde el extranjero”, dijo Firouzabadi.
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán confirmó anteriormente que la interrupción había sido causada por un ciberataque, dijo la televisión estatal. “Se están investigando los detalles del ataque y su origen”, añadió la televisión estatal, sin dar más detalles.
Fereidoon Hassanvand, jefe de la comisión parlamentaria de energía de Irán, dijo que las estaciones de gas habían sido afectadas por una “operación dirigida”, informó el medio de comunicación iraní Tasnim.
Javad Owji, ministro de Petróleo del país, dijo a IRIB que las autoridades esperaban que todas las gasolineras volvieran a funcionar el miércoles por la tarde. Añadió que los especialistas estaban trabajando para reforzar la seguridad de las tarjetas de combustible.
El ciberataque guarda similitudes con otro que se produjo meses antes y que parecía desafiar directamente al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, mientras la economía del país se resiente de las sanciones estadounidenses. Esos problemas económicos se agravan mientras EE.UU. e Irán aún no han reanudado de forma conjunta el maltrecho acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales.
La agencia de noticias semioficial ISNA dijo que vio que quienes intentaban comprar combustible con una tarjeta emitida por el gobierno a través de las máquinas recibían en cambio un mensaje que decía “ciberataque 64411”. La mayoría de los iraníes dependen de esos subsidios para repostar sus vehículos, especialmente en medio de los problemas económicos del país.
Aunque la ISNA no reconoció la importancia del número, éste está asociado a una línea telefónica directa gestionada por la oficina de Jamenei que se ocupa de las preguntas sobre la ley islámica. La ISNA retiró posteriormente sus informes, alegando que también había sido hackeada. Este tipo de reclamaciones de hackeo pueden surgir rápidamente cuando los medios de comunicación iraníes publican noticias que enfadan a la teocracia.
Los canales de televisión por satélite en lengua farsi publicaron vídeos aparentemente grabados por conductores en Isfahan, una de las principales ciudades iraníes, en los que se veían vallas publicitarias electrónicas en las que se podía leer: “¡Jamenei! ¿Dónde está nuestro gas?”. Otro decía: “Gas gratis en la gasolinera de Jamaran”, en referencia a la casa del difunto líder supremo, el ayatolá Ruholá Jomeini.
El ministro del Interior, Ahmed Vahidi, afirmó el martes que no hay planes de subir los precios del gas y pidió a la población que “no se preocupe”, en declaraciones a la televisión estatal.
Irán, por un lado, y Estados Unidos e Israel, por otro, se acusan regularmente de ciberataques. Expertos israelíes en cibernética dijeron el martes a la cadena pública Kan que el ciberataque de esta semana contra Irán parecía haber sido llevado a cabo por hackers serios: “No estamos hablando de niños, sino de hackers profesionales, lo que no descarta que estén respaldados por un gobierno estatal”.
En 2010, el virus Stuxnet -que se cree que fue diseñado por Israel y Estados Unidos- infectó el programa nuclear de Irán, provocando una serie de averías en las centrifugadoras utilizadas para enriquecer uranio.
En 2019, Irán afirmó que ningún ciberataque contra la República Islámica había tenido éxito, después de que los medios estadounidenses informaran de que Estados Unidos había lanzado uno durante un enfrentamiento entre ambos países.
El ministro de telecomunicaciones iraní reconoció entonces que Irán “se había enfrentado al ciberterrorismo”.