Irán podría tomar represalias contra las personas que considera responsables del asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, ocurrido en Teherán la semana pasada, en vez de realizar un ataque directo contra Israel, según informa The Guardian.
De acuerdo con el informe, Teherán baraja la posibilidad de vengar la muerte de Haniyeh, que ha atribuido a Israel aunque Jerusalén no ha confirmado ni negado su implicación, atacando a individuos que considera colaboradores o miembros del Mossad, la agencia de inteligencia israelí.
Tras la muerte de Haniyeh, se ha informado que agentes del Mossad habrían reclutado a operativos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán para colocar explosivos en la habitación donde el líder de Hamás se hospedaba durante la ceremonia de juramentación del nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian.
Mientras Irán evalúa sus opciones, se enfrenta a una intensa presión diplomática para evitar acciones que puedan desencadenar una guerra total en la región.
En una reunión de la Organización de Cooperación Islámica convocada por Irán el miércoles para abordar el asesinato, el ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán, según reporta The Guardian, expresó su oposición a un ataque iraní contra Israel.
Señaló que, aunque es necesario responder por la muerte de Haniyeh, Irán “no debe caer en el plan del primer ministro Benjamin Netanyahu de una guerra más amplia”.