El cambio climático está causando un aumento sin precedentes en las temperaturas en Irán, lo que ha llevado a preocupantes condiciones meteorológicas. La situación es especialmente crítica en el desierto de Lut, conocido por ser una de las regiones más calientes del planeta.
El desierto de Lut: el punto caliente de la Tierra
La zona más caliente de la Tierra se encuentra en Irán, específicamente en el desierto de Lut, donde se registró una temperatura récord de 70,5 grados centígrados en 2005. Esta inhóspita región se destaca por sus condiciones extremas, que ponen a prueba la resistencia de la naturaleza.
Las temperaturas extremas no son exclusivas del desierto. La semana pasada, los habitantes iraníes experimentaron un «calor sin precedentes» que condujo a un día festivo nacional. El sur del país fue el más afectado, con temperaturas que superaron los 51 grados centígrados.
Las autoridades meteorológicas iraníes han expresado preocupación por el hecho de que las temperaturas en Irán están aumentando el doble de rápido que la media global, en contraste con una disminución en las precipitaciones.
La vulnerabilidad de Irán a las muertes relacionadas con el calor
Un estudio de Lancet Planet Health destacó que Irán es el país de Oriente Medio y Norte de África (MENA) más vulnerable per cápita a las muertes relacionadas con el calor, con 1.700 muertes anuales. Esta cifra podría aumentar drásticamente a 423 muertes por 100.000 habitantes en 2060.
Las temperaturas máximas diarias en la región MENA podrían alcanzar cerca de 50 grados centígrados a finales de siglo si las emisiones globales de gases de efecto invernadero continúan en niveles altos, llevando a un promedio de 123 muertes relacionadas con el calor por cada 100.000 personas al año en 2060.
La situación en Irán ilustra las consecuencias de la crisis climática. La falta de infraestructuras y de medidas gubernamentales adecuadas han llevado a la sequía de ríos y daños en la agricultura.
Irán y la emisión de gases de efecto invernadero
Irán se destaca como el principal emisor de gases de efecto invernadero en Oriente Medio, con 926 millones de toneladas emitidas en 2018. A pesar de la crisis económica y la falta de inversión en energías renovables, no parece que la situación vaya a mejorar pronto.
Se proyecta que para 2050 será extremadamente difícil habitar en Irán. Según un informe del Middle East Institute, hasta el 70% de la población, o casi 50 millones de iraníes, podrían verse obligados a abandonar el país para sobrevivir.
Esta situación plantea un desafío no solo para Irán, sino también para la región y el mundo, ya que se necesitarán esfuerzos conjuntos para abordar la crisis climática y sus impactos potencialmente devastadores.