Informes recientes señalan que Irán está planificando un nuevo ataque a Israel, ahora con el uso de ojivas más fuertes y “otras armas” no empleadas en los ataques anteriores. Según The Wall Street Journal, funcionarios iraníes y árabes indicaron que la operación será mucho más agresiva que las anteriores.
Un alto funcionario de Egipto reveló que Teherán avisó a El Cairo sobre su respuesta a los bombardeos israelíes del 26 de octubre, destacando que será “fuerte y compleja”. El ataque de octubre fue una represalia por los misiles lanzados por Irán el 1 de octubre.
Un funcionario iraní agregó que, tras la pérdida de soldados iraníes, las Fuerzas Armadas del país se involucrarán en la próxima ofensiva. Esto marca una diferencia con ataques previos, ejecutados únicamente por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán. La respuesta iraní incluye el uso de territorio iraquí.
Israel justificó sus ataques del 26 de octubre como una respuesta a los misiles balísticos iraníes disparados el 1 de octubre. En respuesta, Irán argumentó que sus acciones buscaban vengar el asesinato de líderes terroristas aliados y un comandante de la Guardia Revolucionaria.
Desde entonces, tanto Israel como Estados Unidos han advertido a Irán contra posibles represalias, pero las declaraciones recientes sugieren que Irán podría estar revaluando su postura. Este cambio fue evidente en los discursos del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei.
El ayatolá aseguró que Irán no dejará sin respuesta los ataques, dirigiéndose tanto a Estados Unidos como a Israel. Expresó que estos países “recibirán una respuesta contundente” por sus acciones contra la nación iraní y sus aliados.
Irán podría ajustar su respuesta para evitar una escalada
Algunos informes sugieren que, a pesar de las declaraciones firmes de Irán, podrían estar intentando evitar una respuesta desmesurada por parte de Israel. Inicialmente, las autoridades iraníes minimizaron el impacto de los bombardeos israelíes, indicando que solo cuatro soldados murieron y que los daños fueron limitados.
Ali Jamenei, de 85 años, inicialmente sugirió que el impacto del ataque de Israel debía ser evaluado con cautela, señalando que no debía exagerarse ni minimizarse. Sin embargo, los intentos de Irán por restar importancia al daño colapsaron cuando imágenes satelitales revelaron graves afectaciones en bases militares cerca de Teherán.
Estas bases estaban vinculadas al programa de misiles balísticos de Irán y también se vieron daños en una base de la Guardia Revolucionaria, usada para lanzamientos satelitales. La evaluación fue realizada por The Associated Press.
Además, los líderes iraníes se están preparando para posibles cambios con la llegada de las elecciones en Estados Unidos. La contienda entre Donald Trump y Kamala Harris es clave para las relaciones de Irán.
La posible victoria de Trump en EE. UU. preocupa a Irán y sus aliados
Uno de los principales temores de Irán y sus aliados, incluidos Líbano, Irak y Yemen, es que Trump vuelva al poder. Las preocupaciones se centran en la posibilidad de que permita ataques israelíes contra instalaciones nucleares iraníes.
Trump también podría reactivar la política de “máxima presión” sobre Irán, con nuevas sanciones económicas enfocadas en el petróleo. Esta política podría llevar a un escenario crítico en el Medio Oriente.
Funcionarios iraníes y árabes indican que Trump ejercerá presión sobre Jamenei para que acepte un acuerdo nuclear que favorezca a Israel. Esto implicaría profundos cambios en la política exterior iraní.
Irán teme el retorno de Donald Trump a la presidencia
A pesar de las amenazas iraníes de eliminar el Estado de Israel, analistas señalan que la influencia de Irán ha disminuido notablemente en los últimos años. Las operaciones militares de Israel han debilitado a los grupos respaldados por Irán, como Hamás y Hezbolá.
No obstante, advierten que una presidencia de Trump podría ser más perjudicial para Irán debido a su sólido respaldo a Israel. Esto podría provocar una escalada de tensiones en la región.
El regreso de Trump significaría la reinstauración de presiones sobre el gobierno iraní, complicando las relaciones y el equilibrio de poder en el Medio Oriente.