El general iraní de mayor rango en Siria reveló que Teherán instó al líder sirio, Bashar al-Assad, a abrir un frente adicional contra Israel mientras combatía a Hamás y Hezbolá durante los últimos 15 meses.
En una grabación citada por el New York Times, Behrouz Esbati explicó que la relación con Assad se había deteriorado antes del colapso del régimen en diciembre, debido a su negativa de permitir que las milicias iraníes abrieran un nuevo frente desde Siria. Irán presentó a Assad planes detallados para utilizar recursos en Siria para atacar a Israel, pero a pesar de las solicitudes, no permitió que avanzaran.
Esbati, quien habló en una mezquita de Teherán la semana pasada, admitió que Irán sufrió una gran derrota con la caída de Assad, a pesar de los intentos de los líderes iraníes de minimizar el impacto. También expresó que Irán no planeaba un nuevo ataque directo a Israel y acusó a Rusia de desactivar los sistemas de radar en Siria durante ataques israelíes a recursos iraníes.
La caída del régimen de Assad coincidió con la guerra en Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás, respaldado por Irán, lanzó un ataque masivo contra Israel. Al día siguiente, Hezbolá también comenzó a atacar en la frontera norte. la guerra culminó en un alto el fuego a fines de noviembre, luego de que Israel debilitara severamente a Hezbolá.
A pesar de la negativa de Assad a abrir un frente en Siria, hubo varios ataques con cohetes de grupos apoyados por Irán contra el norte de Israel en los últimos 15 meses, aunque no alcanzaron la magnitud que Irán deseaba. Hezbolá disparó miles de cohetes, lo que obligó a la evacuación de 60,000 residentes del norte de Israel. Israel respondió con una ofensiva contra Hezbolá que se saldó con una tregua en noviembre.
Poco después del cese de hostilidades de Hezbolá, el régimen de Assad colapsó, lo que marcó dos grandes derrotas estratégicas para Irán, además de que Hamás quedó debilitado por las muertes de varios de sus líderes clave. A pesar de estos reveses, tanto Irán como Hamás y Hezbolá continúan con el objetivo de destruir a Israel.
En relación con la caída de Siria, Esbati expresó que Irán sufrió una derrota significativa. Durante décadas, Siria había sido un aliado clave para Irán, utilizado como base para el suministro de armamento a Hezbolá. Sin embargo, las fuerzas rebeldes avanzaron y pusieron fin al régimen de Assad en diciembre. Desde entonces, el nuevo gobierno sirio ha tratado de mostrar su compromiso con la estabilidad regional, manteniendo relaciones con Irán, mientras establece comunicaciones con países occidentales.
Esbati también acusó a Rusia de manipular información sobre los bombardeos en Siria, afirmando que durante el año pasado, los rusos desactivaron los radares cuando Israel intensificó sus ataques. Además, reveló que supervisó las operaciones militares de Irán en Siria y trabajó con funcionarios rusos, ya que Moscú también fue un aliado clave de Assad durante la guerra civil.
Israel ha reconocido los ataques aéreos contra objetivos iraníes en Siria, pero generalmente no hace comentarios específicos. En 2015, Israel estableció un mecanismo con Rusia para evitar malentendidos, dada la presencia militar rusa en Siria.
A pesar del colapso de Assad, Esbati aseguró que Irán continuará con sus esfuerzos en Siria, independientemente del régimen que gobierne. Teherán planea activar sus redes de apoyo y células de resistencia en el país, lo que le permitirá seguir operando como lo hace en otras regiones del mundo.
Esbati también comentó que Irán no planea atacar directamente las bases militares de Estados Unidos en la región, pues tal acción solo provocaría represalias. Sin embargo, garantizó que Irán sigue siendo una fuerza dominante en Oriente Medio.
Finalmente, el informe indicó que Irán ya está evaluando su estrategia para Siria, con la idea de que el caos podría beneficiar a Teherán. Los combates de los últimos 15 meses involucraron directamente a Irán, que lanzó misiles y drones contra Israel, aunque estos fueron en su mayoría interceptados por las defensas israelíes. En respuesta, Israel atacó las capacidades de defensa aérea de Irán.