Irán convocó al embajador suizo en Teherán, representante de los intereses estadounidenses, y a un diplomático italiano de alto rango, debido al arresto de dos ciudadanos iraníes esta semana por parte de Estados Unidos, informaron medios locales el sábado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní declaró que considera estas detenciones como una “violación del derecho internacional” y solicitó a los diplomáticos que transmitieran su protesta. Según los fiscales estadounidenses, los hombres arrestados están acusados de exportar tecnología sensible a Irán, utilizada en un ataque con drones en Jordania, que se saldó con la muerte de tres militares estadounidenses.
Los fiscales en Boston señalaron a Mohammad Abedini, cofundador de una empresa en Irán, y Mahdi Sadeghi, empleado de la compañía estadounidense Analog Devices, como responsables de conspirar para violar leyes de exportación de tecnología. Abedini enfrenta además cargos por apoyar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, clasificada por Estados Unidos como organización terrorista extranjera.
Abedini, quien reside en Suiza e Irán, fue detenido en Milán por petición del gobierno estadounidense, que buscará su extradición. Sadeghi, ciudadano estadounidense nacido en Irán, fue arrestado en Massachusetts. Durante una audiencia judicial, se ordenó que Sadeghi permaneciera bajo custodia por riesgo de fuga, mientras su abogado no emitió comentarios.
El fiscal federal Joshua Levy destacó que el FBI rastreó equipos de navegación sofisticados utilizados en el dron hasta la empresa iraní de Abedini, SDRA, a través de una fachada en Suiza. Levy subrayó que la tecnología involucrada incluía acelerómetros y giroscopios adquiridos del empleador de Sadeghi, quienes luego fueron enviados a Irán.
Analog Devices confirmó que Sadeghi trabajaba para la empresa y aseguró estar cooperando con las autoridades para prevenir el uso indebido de sus productos. Los documentos judiciales revelan que los equipos fueron utilizados en un ataque contra un puesto militar estadounidense en Jordania el pasado 28 de enero.
El ataque, ocurrido en la Torre 22, provocó la muerte de tres soldados estadounidenses de Georgia: el sargento William Jerome Rivers, el especialista Kennedy Ladon Sanders y la especialista Breonna Alexsondria Moffett. La Casa Blanca atribuyó el ataque a la Resistencia Islámica en Irak, vinculada a Irán, aunque este último negó su participación.
Tras el incidente, Estados Unidos respondió con un amplio contraataque en Irak y Siria, dirigido contra instalaciones utilizadas por la Guardia Revolucionaria y milicias respaldadas por Irán, además de reforzar la seguridad en el puesto fronterizo.