El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, ha declarado que su país no abandonará su programa de misiles, afirmando que es necesario para garantizar la seguridad en una región donde su enemigo, Israel, tiene la capacidad de “lanzar misiles sobre Gaza todos los días”.
Durante años, la República Islámica ha desoído los llamamientos de Occidente para que limite el desarrollo de sus misiles.
Recientemente, Estados Unidos y sus aliados han acusado a Irán de suministrar misiles balísticos a Rusia en el contexto de la guerra en Ucrania, lo que ha generado nuevas sanciones tanto para Moscú como para Teherán. Sin embargo, ambas naciones han negado esas acusaciones.
“Si no tenemos misiles, nos bombardearán cuando quieran, como sucede en Gaza”, afirmó Pezeshkian, haciendo referencia a la guerra entre Israel y Hamás en esa región.
El mandatario reiteró la postura oficial de Irán, instando a la comunidad internacional a “desarmar primero a Israel antes de hacer las mismas demandas a Irán”.
Finalmente, Pezeshkian dejó abierta la posibilidad de mantener conversaciones directas con Estados Unidos, siempre y cuando Washington demuestre con hechos que no es hostil hacia la República Islámica.