El presidente de Irán, Hassan Rouhani, habló el miércoles con su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sobre los movimientos israelíes en Oriente Medio.
Los dos líderes discutieron “las recientes actividades israelíes en la región” y los acuerdos de normalización que Israel firmó el año pasado con varios estados árabes, informó el sitio de noticias Ynet.
La agencia de noticias iraní Mehr dijo que Rouhani y Turquía discutieron la cooperación regional y económica en la llamada.
La llamada se produjo en medio de las elevadas tensiones en Oriente Medio provocadas por un ataque al programa nuclear iraní que éste atribuyó a Israel, la respuesta de Teherán en forma de escalada y los presuntos ataques contra buques comerciales.
Además, Irán mantiene negociaciones con las potencias mundiales para rescatar su maltrecho acuerdo nuclear de 2015. Estados Unidos inició conversaciones indirectas con Irán la semana pasada.
El martes, un alto funcionario iraní confirmó que la explosión del domingo en la instalación nuclear de Natanz destruyó o dañó miles de centrifugadoras utilizadas para enriquecer uranio.
Tras la explosión de Natanz, Irán dijo que aumentará el enriquecimiento de uranio al 60%, el nivel más alto de su historia, y a un paso de los niveles de armamento.
Rouhani dijo el miércoles que la decisión de impulsar el enriquecimiento de uranio era una respuesta al “terrorismo nuclear” de Israel.
Israel ha insinuado estar involucrado, pero no ha confirmado oficialmente ningún papel en el ataque. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha prometido en repetidas ocasiones no permitir que Teherán obtenga un arma nuclear e Israel ha bombardeado en dos ocasiones de forma preventiva a países de Oriente Medio para detener sus programas atómicos.
Las conversaciones en Viena se reanudarán el jueves. Los representantes de los países implicados dijeron que las discusiones de la semana pasada fueron “constructivas”, pero que apenas se produjeron avances.
El líder supremo iraní desestimó el miércoles las ofertas iniciales realizadas en las conversaciones de Viena, calificándolas de “inútiles” tras el ataque a la instalación nuclear de Natanz.
Las relaciones entre Israel y Turquía son frías, y actualmente están enfrentadas por el apoyo de Ankara a los palestinos y por los intereses económicos que compiten en el Mediterráneo.